Ciclo de necesidades (2)

 

Ya os empecé a hablar en el anterior post del hecho de que cada fase del ciclo es en sí misma un pequeño ciclo que puede o no ser llevado a término.

Los elementos que provocan que en el ser humano este proceso sea muchas veces perturbado, son lo que llamamos RESISTENCIAS, MECANISMOS DE DEFENSA o MECANISMOS NEURÓTICOS.

Este sería el cuadro de los diferentes mecanismos y del lugar desde donde se sitúan, interrumpiendo el desarrollo del ciclo:

 Perturbaciones ciclo.

Represión: Es un mecanismo que no deja emerger la sensación. Hay una desensibilización de las emociones y de las sensaciones físicas. Todo lo que no es aceptado, se reprime. La indiferencia es un no sentir. De hecho, sería un introyecto muy fuerte. Su antídoto sería la sensibilización corporal.

 Introyección: Hacer tuyas las ideas o principios de otros (padres, sociedad…) sin haberlas asimilado de forma personalizada. De hecho, alrededor de este mecanismo se estructuran todos los demás. Antídoto: la asimilación.

 Deflexión: Consiste en evitar el contacto desviando la sensación hacia una zona mental (intelectualizando: verborrea, generalizaciones) o camuflando la agresividad (humor o ironía). Es una manera de enfriar el contacto. Antídoto: darse cuenta y sostener.

 Proyección: Sería la polaridad de la introyección. Consiste en atribuirle al otro lo que es tuyo. Es hacer responsable al mundo de lo que se origina dentro de uno. Antídoto: reapropiarse del proyectado.

 Retroflexión: Hacerse uno mismo lo que querría hacer a los demás (masoquismo o somatizaciones) o lo que querría que los otros le hicieran (alabarse). Antídoto: expresión de los sentimientos, deseos y necesidades.

 Confluencia: Es la pérdida de los límites entre uno y el entorno. Se confunde identidad con unión, por ejemplo, sería el caso de los integrantes de una secta. Antídoto: diferenciación.

 Desvalorización: Sacarle valor al contacto. Es no llegar a la consumación y, por tanto, no disfrutar de la realización del contacto. Antídoto: sostener lo positivo sin buscar el “pero”.

 Los mecanismos, como estructuras ya instauradas, hay que aprovecharlos en sus aspectos saludables.

Represión – Limitar la expresión en determinadas circunstancias.

Introyección – Tradición, cultura.

Deflexión – Evitar conflictos.

Proyección – Pistas de conocimiento de lo que tienen en común el proyectado y lo que proyecta.

Retroflexión – Disciplina.

Confluencia – Trascendencia; ir más allá del ego.

Esta clasificación de las interrupciones del ciclo en el funcionamiento cotidiano no es tan precisa y concreta, más bien algunos mecanismos se superponen o incluso aparecen en fases no especificadas en este cuadro. Esto es una imagen teórica y fácilmente comprensible, que nos ayuda a hacernos una idea de la dificultad que entraña la gestión de nuestros deseos y necesidades.

Si tienes alguna duda o quieres tratar algún tema en concreto no dudes en contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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