Codependencia

Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte y que está obsesionada en controlar la conducta de esa persona.

Preocuparse por otra persona hasta enfermar, esto es la codependencia.

La otra persona suele ser alguien adicto, enfermo psicológicamente (depresiones, bulimias, anorexias, psicótico…), dependiente (anciano, niños con graves enfermedades físicas…)

Los codependientes tienen dos aspectos en común:

a) Tener una relación personal o profesional con personas perturbadas, necesitadas o dependientes.
b) Reglas tacitas no escritas (secretas), que por lo general se desarrollan en el núcleo familiar y que marcan la pauta para otro tipo de relaciones.
Estas reglas prohíben: la discusión acerca de los problemas; la expresión abierta de los sentimientos; la comunicación honesta y directa; expectativas realistas tales como ser vulnerable, humano o imperfecto; egoísmo; confianza en las demás personas y en uno mismo; jugar y divertirse; conseguir el equilibrio mínimo necesario para propiciar el crecimiento y el cambio en el sistema familiar.

CodependenciaEl problema radica en cómo permiten que la conducta de la otra persona les afecte y en la forma en que tratan de afectarla a ella, mediante cuidados obsesivos; la ayuda que pretenden ejercer hacia el otro se convierte en control; se centran tanto en la otra persona que se olvidan de sí mismos. Su tolerancia hacia las acciones y comportamientos del otro se vuelve excesiva.

Esta falta de límites les hace reprimir sus propias necesidades con lo que se cargan de rencor e insatisfacción exteriorizándolo en ataques de ira y culpabilidad casi simultáneamente, con lo que tienen tan baja la autoestima que roza el odio a sí mismos.

Tienen: tendencia a intimar con personas con un determinado patrón de comportamiento que les permita seguir actuando de esta manera disfuncional, problemas de comunicación, problemas de intimidad, problemas de feminidad en las mujeres, sensación de impotencia y fracaso…

Suele haber más mujeres codependientes que hombres, ya que uno de los atributos socialmente deseables en ellas, es el carácter abnegado y dado a los demás.
Es natural que tratemos de ayudar a las personas de nuestro entorno que lo necesitan. La cuestión es que el codependiente reacciona ante el problema en exceso o demasiado poco, pero no actúa. La reacción es automática, la acción es consciente.

La codependencia es un proceso de reacción. Cuanto más enferma el entorno, más se intensifica la reacción, con lo que la codependencia progresa. Sin tratamiento, aunque “el otro mejore” o desaparezca, la enfermedad seguirá instaurada y se manifestará en todas las relaciones o se buscaran, inconscientemente, relaciones donde poder mantener esta relación insana.

Es necesaria ayuda terapéutica para superarla.