Terapias gestalt » mitos http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Wed, 07 Aug 2013 08:32:16 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 Maternidad: Dos visiones http://terapiasgestalt.es/maternidad-dos-visiones/ http://terapiasgestalt.es/maternidad-dos-visiones/#comments Sun, 05 Aug 2012 08:38:35 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=911


Este sería (al menos por ahora, “nunca sabemos lo que nos deparará el futuro”) el último artículo sobre los mitos o creencias sobre la maternidad. He escogido, para finalizar, hacer una pequeña reseña sobre estos dos libros que he leído recientemente.

Kevin “Tenemos que hablar de Kevin” de Lionel Shriver

Creo recordar que, en uno de los periódicos donde se anunciaba la película que hicieron basándose en él, se subtitulaba el artículo como “El mito de la maternidad”.

Por una parte nos encontramos con una mujer que decide ser madre sin convicciones claras al respecto y que no sabe cómo afrontar la dura realidad que se le presenta. Por el otro lado:

1-Un niño difícil. Su esencia, unida a los mensajes contradictorios sobre las emociones que recibe de su entorno más íntimo, le convierten en un individuo oscuro.

2-Un padre cegado. Un hombre que sólo se da cuenta de la falta de maternaje de su esposa pero en ningún momento de los graves problemas psicológicos que arrastra su hijo y de cómo él colabora en la situación.

Tanto la película como el libro son muy recomendables, aunque el libro puede tratar el tema con mayor profundidad y, por tanto, es mucho más rico en matices.

 Dejando de lado la figura oscura del hijo, es el personaje de la madre el que resulta asombroso por su crudeza. La forma atípica de enfrentarse a la norma social establecida convierte a esta mujer, tanto para ella como para sus congéneres, en un ser casi tan monstruoso como su mismo hijo.

 

“Por favor, cuida de mamá”  de Kyung-Sook Shin.por favor,cuida de mamá

Este libro nos da una visión más conocida, aunque no reconocida, de la maternidad.

A lo largo del libro, los diferentes integrantes de una familia coreana, a raíz de la desaparición de la madre, narran sus pensamientos y emociones, asumiendo por primera vez quién era ella, no sólo como madre sino también como mujer, además de comprender lo que hacía por todos y cada uno de ellos. Estas reflexiones les llevarán a plantearse una visión diferente de sí mismos.

Muy bien escrito, refleja un mundo rico de sentimientos y emociones, extrapolables a cualquier ser humano al margen de su cultura.

Naturalmente que estos no son los únicos ejemplos en la literatura que nos presentan cómo las mujeres y su entorno viven la maternidad, pero me han parecido significativos por lo aparentemente dispares: una, enarbola su diferencia convirtiéndose en una paria a la que nadie desea ver y, la otra, vive su vida oculta a los ojos de todos y sólo se hace visible cuando por fin desaparece físicamente.

Ambos son buenos libros para leer independientemente, juntos son un buen motivo para la reflexión.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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Madres: trabajo y maternidad. http://terapiasgestalt.es/madres-trabajo-y-maternidad/ http://terapiasgestalt.es/madres-trabajo-y-maternidad/#comments Fri, 06 Jul 2012 11:51:22 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=871


No es tan difícil conciliar trabajo y maternidad.

Afortunadamente, se está empezando a reconocer  lo que se ha dado en llamar la “doble jornada” de trabajo de todas esas mujeres que, además de cuidar de su familia, continúan trabajando fuera del hogar. Sin embargo, hasta hace pocos años, se tenía la creencia de que la mujer era capaz de ocuparse de todo y esta existía gracias a una base sólida y comprobada: la mujer podía con todo.

Madres e hijosEl precio que pagaba por semejante esfuerzo es otra cosa;  pero la realidad es que la mujer hacía y hace acopio de valor y arremete con todo para salir adelante.

Si dejamos de lado todos los problemas que nuestro tipo de cultura arrastra, la mujer ha podido con todo. Si analizamos con un poco más de profundidad el tipo de vida que llevamos y los conflictos emocionales que arrastramos, no ha ido la cosa tan bien.

No quiero decir con esto que todos los problemas sean culpa de la mujer, ni mucho menos. Mi intención es señalar la poca credibilidad que tiene esta afirmación.

La mujer se ha hecho cargo de su vida laboral y familiar a costa de un alto precio, tanto para ella misma como para su descendencia. Del mismo modo que el hombre arrastra sus problemas (ya hablaremos en otro momento de ellos) y su influencia en su progenie.

La vida cotidiana de muchas mujeres demuestra una y otra vez que las cosas son bastante más complicadas pues, la mayor parte de las veces, las mujeres que trabajan y tienen hijos se ven a sí mismas con una carga de trabajo extenuante, exigente y muy difícil de sobrellevar.

La vida laboral se resiente y, lo que es más importante, la inteligencia emocional de los hijos mucho más. Sin embargo, quiero recordar aquí que, a pesar de la afirmación que acabo de realizar, la responsabilidad de ello no es exclusiva de la madre y, aun así, somos las mujeres las que nos sentimos mal cuando la conciliación de ambas facetas de nuestra vida resulta problemática.

Cuidar de los hijos consume mucho tiempo, ¿de dónde extrae este tiempo una mujer que trabaja fuera del hogar?:

- Horas de sueño: Las madres trabajadoras duermen menos que nadie. El promedio va de 4 a 6 horas por día.

- Tiempo libre: Una madre que trabaja generalmente no tiene tiempo para sus amigas y muchas veces ni para ella misma.

-Desarrollo personal y profesional: Muchas madres trabajadoras se ven obligadas a aceptar trabajos de media jornada que les permitan compaginar su trabajo con el cuidado de su familia, pero estos trabajos generalmente ofrecen bajos sueldos y pocas posibilidades de desarrollo profesional.

Aunque, desde niñas, a todas las mujeres se nos vende el producto de que todo este esfuerzo se hace por amor y será siempre compensado por el cariño de los hijos, la realidad no confirma la creencia.

La maternidad es vista en nuestra sociedad como “una relación de amor incondicional”, por lo que no resulta sencillo para las madres hacer mención de los costos personales que tiene el ejercicio de este deber femenino.

 

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Madres: la responsabilidad http://terapiasgestalt.es/madres-la-responsabilidad/ http://terapiasgestalt.es/madres-la-responsabilidad/#comments Sat, 30 Jun 2012 07:30:32 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=858


Las madres son las principales responsables del cuidado de los hijos.

Esta sería una de las creencias que ya no se suele reconocer, incluso verbalmente se suele rebatir diciendo que no es cierta, tanto unas como otros enarbolan la bandera de la igualdad; hasta es posible que se ponga como ejemplo la baja maternal masculina o la ley laboral sobre conciliación familiar.Responsabilidad familiar

A pesar de ser cierto, a nivel social sigue sin existir una buena ley de conciliación y la baja masculina por maternidad es más un símbolo que una realidad, ya que mientras los sueldos de los hombres sean más elevados que los de las mujeres, pocas familias optan por tal opción.

Entonces, ¿qué sucede realmente?, ¿quién inclina la balanza a la hora de tomar la decisión sobre quién se hará cargo del bebé y durante cuánto tiempo? Sabemos que suele ser la madre quien asume esta tarea, quiera o no hacerlo. Aceptamos que al padre le cueste, y la sociedad le ayuda, pero ¿aceptaríamos acaso que la madre pusiese reparos? Si ambos han decidido tener hijos, ¿por qué una es más responsable que el otro?

Cuando, pasada la baja maternal, la mujer se reincorpora al mundo laboral, sigue asumiendo este rol que ha incorporado en los primeros tiempos y pocas son las que comparten equilibradamente la crianza con el padre de la criatura; en el mejor de los casos “delegan” parte de sus tareas: duchas infantiles, algunas cenas nocturnas, a veces las visitas al pediatra… Llevarlos y recogerlos de la escuela es uno de los pocos actos que “si su horario laboral lo permite” el padre hace de manera gustosa.

Existe una soterrada y oculta convicción de que los hijos son propiedad de la madre; suya es la responsabilidad de cómo son, de lo que hacen y de lo que les pasa. Una presunción silenciosa pero, al tiempo, evidente en el quehacer cotidiano e inequívocamente visible cuando aparece cualquier tipo de conflicto. Incluso es posible llegar a oír, si la relación matrimonial fracasa, frases del tipo: “tú lo pariste, pero a mí, ¿quién me asegura que es mío?”

A pesar de que ahora mismo se oigan gritos de protesta, ¿cuántas mujeres divorciadas o separadas han oído estas o frases similares y cuántas de ellas consiguen compartir de manera equilibrada la crianza de sus hijos en todos los aspectos con sus exmaridos?

¿Cuántas mujeres casadas  son las que deciden solas qué actividades extraescolares harán sus hijos o qué canguro es la mejor de todas a las que ha entrevistado para quedarse con los niños mientras ambos padres trabajan? (Me refiero a “canguro” en femenino, porque pocos candidatos masculinos se presentan y, además, ¿a cuántos se aceptaría, a no ser que sean los propios hermanos?). ¿Cuántos hombres se preocupan de lo que comió o debe comer el niño?, ¿cuántos dejan preparadas las mochilas, la ropa o cualquier cosa necesaria para sus hijos?

No negaré que cada vez la responsabilidad de la crianza de los hijos está siendo más compartida por ambos miembros de la pareja, pero hay que reconocer que, en los momentos de conflicto, es cuando realmente aflora esta creencia velada, porque cuando una pareja se separa los padres no suelen pelearse para que los hijos se queden a su cargo: fines de semana sí, todos los días… ¡hablemos!

 

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Madres: La genética http://terapiasgestalt.es/madres-la-genetica/ http://terapiasgestalt.es/madres-la-genetica/#comments Fri, 22 Jun 2012 14:25:17 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=847


Todas las mujeres están preparadas genéticamente para ser madres.

Parece ser que existe una extendida creencia que dice que todas las mujeres, de cualquier raza o credo, tienen un gen que las programa para ser madres experimentadas, que seguimos teniendo ese instinto animal que nos indica qué hacer y cómo en cada ocasión. Vamos, que llevamos el manual de instrucciones insertado en el ADN.

MaternajeDeberíamos distinguir aquí lo que algunos expertos han dado en llamar “la maternidad” y “el maternaje”.

Maternidad: “Estado y cualidad de madre”.

Maternaje: “Se refiere al conjunto de procesos psico-afectivos que se desarrollan e integran en la mujer en ocasión de su maternidad” (Recamier)

Según las definiciones, es evidente que, salvo problemas físicos específicos, todas las mujeres, biológicamente hablando, están preparadas para ser madres. Sin embargo, cuando se trata de las actividades que implican la crianza y el cuidado de los hijos, que pueden ser realizadas tanto por las mujeres como por los hombres, la situación no es tan innegable.

Antes de la revolución sexual de los años sesenta y de la aparición del movimiento feminista, el maternaje era una de las actividades propias de las mujeres. Socialmente estaba así establecido. Las mujeres criaban a sus hijos y enseñaban a su vez a sus hijas a cuidar de sus hermanos.

Estos movimientos criticaron duramente el concepto de maternidad como fin único de la mujer y, a causa de ello, han cambiado muchos aspectos sociales desde entonces.

Los estudios científicos han demostrado que el maternaje está totalmente influido por la cultura. La mayoría de las mujeres de hoy no son como nuestras antepasadas y no han aprendido dentro del contexto familiar las costumbres que hicieron de nuestras abuelas las madres por excelencia: sabían cómo hacerlo todo.

Actualmente, muchas mujeres, por el tipo de vida urbano, no han tenido contacto con menores a lo largo de su vida y llegan al momento de la crianza con un total desconocimiento sobre cómo cuidar niños.

Su incorporación al mercado laboral ha originado que las costumbres cambien y la crianza de los hijos no ha sido una excepción. Su cuidado se ha compaginado entre ambos progenitores, ayudados en muchos casos por los abuelos u otras personas contratadas para ello. Tampoco hay que olvidar a las instituciones (como guarderías o escuelas) donde el menor acaba pasando más tiempo que en su propia casa.

Muchas mujeres no han podido beneficiarse de las enseñanzas familiares, ya que ellas mismas han crecido alejadas de ese ejemplo.

Todo esto ha dado paso a una necesidad de información que se ha suplido con la proliferación de revistas especializadas en el tema y la creciente visita de las madres a especialistas de distintos campos para conseguir la información necesaria: pediatras, nutricionistas, psicólogos…

A pesar de que la evidencia es clara, muchas personas siguen creyendo que estas mujeres son “raras y desnaturalizadas” por no saber lo que hay que hacer. Si un hombre no sabe cómo mantener a su bebe en brazos, es normal. Sin embargo, si es la madre quien duda en su primer intento, tanto ella misma como su entorno pueden pensar que… Eso es insólito.

No dejes que las creencias te marquen, cuestiona tus ideas y sé valiente para afrontar los retos de tu vida, sean los que sean.

 

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Madres: El instinto materno http://terapiasgestalt.es/madres-el-instinto-materno/ http://terapiasgestalt.es/madres-el-instinto-materno/#comments Wed, 13 Jun 2012 07:19:17 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=823


Sobre la maternidad se ha hablado y se sigue hablando extensamente. A su alrededor circulan toda una serie de mitos que a muchas mujeres nos han hecho sentir como unos verdaderos monstruos.

Instinto maternoCreo conveniente recordar que, a pesar de que algunas creencias son aceptadas por la mayoría de la sociedad, esta circunstancia no las convierte en dogmas o verdades irrefutables necesariamente. Cuando nuestra propia experiencia nos enfrenta a ellas, haciendo evidente la divergencia de nuestra realidad con el ideal aprendido, puede que nos convirtamos en unas mentirosas,  incapaces de sostener la propia versión de la situación, aparentando ante el mundo y ante  nosotras mismas el papel adjudicado.

Nos sentimos, a pesar de la ocultación,  como monstruos alienígenas, ya que raras son las mujeres valientes capaces de compartir sus verdaderos sentimientos sobre este tema.

 El instinto materno.

Existe la creencia de que las mujeres tenemos un chip en nuestro interior que en determinado momento se dispara y nos hace desear ser madres a toda costa. Muchas de nosotras, conforme llegamos a la edad adulta, compartiendo nuestra vida en pareja, nos sorprendemos alguna vez escuchándonos por si oímos la llamada, el clic en cuestión que nos indique que llegó el esperado momento.

Cuando esto no sucede, en lugar de aceptar que la naturaleza ya no es lo que era, que la evolución durante siglos de sociedad industrializada nos ha vuelto menos animales y hemos perdido por el camino bastante de nuestro instinto (no entraré aquí a opinar sobre lo negativo o no de este hecho), nos obsesionamos pensando que algo malo nos sucede, que no somos normales  y que, a pesar de no sentir este impulso, quizás debamos tener un hijo: “no sea que, más adelante, pueda arrepentirme por no haberlo hecho”.

A veces sucede lo contrario: estando solas sin pareja, nos parece oír el insistente clic clic del reloj biológico correr y nos aterra pensar que se nos puede “estar pasando el arroz”. Realmente, no nos planteamos si deseamos o no ser madres, nos pesa el pensar que quizás estamos perdiendo la opción de serlo.

Quizás, una vez tomada la decisión, después de dar a luz, ¿dónde está ese sentimiento de amor incondicional que se supone debe inundarnos?

“Es la experiencia más maravillosa”. “Sentí una gran emoción, se me saltaban las lagrimas”. “El dolor del parto es el que se olvida más fácilmente”.

Frases similares a estas las hemos oído todos, nos dan a entender que tener hijos es algo especial y único cuando el parto, no nos engañemos, es el acto común y necesario para la perpetuación de cualquier mamífero. No pretendo quitarle importancia, tan sólo quisiera extraerle ese falso glamour del que se ha rodeado.

No hace tantos años atrás, nuestras abuelas daban a luz en el campo y la “maravillosa experiencia” quedaba reducida a una experiencia más de ese día, ya que, muchas de ellas, debían seguir trabajando.

Este es el primero de una serie de artículos donde iré profundizando en el tema de los mitos y creencias sobre la maternidad. Por ahora, simplemente reflexiona sobre cuánto de verdad hay en tus pensamientos al respecto, date cuenta de tus verdaderos deseos, del peso de la sociedad o de las creencias familiares con las que has crecido y habla sinceramente con otras personas al respecto. Puede que te sorprendan sus opiniones.

Los hijos han de ser fruto del amor y del deseo, ya que son regalos con impuestos incluidos, como con el dinero de la lotería: no pagas por el premio en sí mismo, sino por lo que haces con él.

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