Terapia Gestalt

TERAPIA GESTALT…

Una persona se plantea hacer Terapia Gestalt cuando se da cuenta que hay algo en su vida que no funciona.

Terapia GestaltSiempre hay aspectos que no acaban de ir bien y la mayoría de las veces lo vamos capeando, pero hay momentos en que las sensaciones, los pensamientos, nos colapsan y es entonces cuando hay que buscar ayuda.

Se puede tratar de problemas puntuales que nos bloquean y nos impiden continuar. Nos agarran y nos ahogan. Y por mucho que nadamos nunca llegamos a la playa.

Podemos darnos cuenta de una ausencia de sentimientos ante situaciones emocionalmente intensas: una muerte, una ruptura, … o por el contrario un exceso, un nunca acabar.

Cuando creemos que hay algo en nosotros que no funciona bien porque una vez tras otro tropezamos con los mismos problemas. Cuando no encontramos respuestas a preguntas como: ¿por qué todas las parejas me dejan ?, ¿por qué me peleo siempre con mi madre ?, ¿por qué no puedo mantener un trabajo ?, ¿por qué gasto más de lo que cobro ?, ¿por qué …..?

También puede ser una sensación de que nos falta algo, aunque no sepamos qué es. Un sentimiento de insatisfacción que nunca se llena hagamos lo que hagamos.

¿POR QUÉ RAZÓN LA TERAPIA GESTALT Y NO OTRA?

 

La terapia Gestalt es una terapia de crecimiento personal, que pretende ayudarnos a vivir plenamente.

Se enmarca dentro de las corrientes de psicoterapias humanistas, que surgieron a finales del siglo pasado debido a la despersonalización y deshumanización del ser humano.

Se orienta pues, tanto hacia el tratamiento de dificultades concretas como hacia la realización y el crecimiento personal.

Tiene como principio básico que los cambios que se realizan por la acción terapéutica aparecen como resultado de un proceso vivencial; pone énfasis en sentir, vivenciar, descubrir y explorar.

Gracias a este proceso podremos tanto solucionar aspectos conflictivos como aprender a convivir con los que no son factibles de cambiar.

La insatisfacción es originada la mayoría de las veces por nuestra visión distorsionada de la realidad, ya que no solemos vivir en el presente, sino anclados en el pasado o fantaseando en el futuro y la verdadera vida, que transcurre “aquí y ahora” nos la perdemos.

El pasado ya no está y el futuro está por llegar.

¿PARA QUIÉN?

– Personas interesadas en su crecimiento, que quieran conocerse más profundamente, mejorar sus relaciones personales, aceptarse y aceptar a los demás, expresarse mejor, reconocer sus emociones, ….

– Personas que quieran trabajar dificultades concretas del área emocional como la ansiedad, depresión, miedos, ….

– Personas que necesiten transitar una etapa de cambio como una crisis, o elaborar un duelo o una pérdida.

– No sólo sirve para adultos, también estaría recomendada para adolescente y niños.

La terapia Gestalt es demasiado valiosa para reservarla únicamente para las personas enfermas.

Fritz Perls

 

TIPOS DE TERAPIAS.

Terapia individual:

Sesiones entre 50/60 minutos.

La periodicidad recomendada suele ser semanal, aunque este es un aspecto que acordaremos el cliente y la terapeuta en la primera sesión.

En ella se tratarán los temas que preocupen o vayan surgiendo en el día a día del paciente o dentro mismo de las sesiones.

También se puede pactar durante la primera sesión, el tema específico que el cliente quiere trabajar.

Terapia de grupo:

Puede tratarse de un grupo fijo que se reúna periódicamente para trabajar temas concretos desde la perspectiva gestáltica o un solo tema concreto o el aquí y ahora.

Pueden ser grupos formados por diferentes integrantes que se apuntan a talleres concretos y específicos.


LA FIGURA DEL TERAPEUTA

Además de su formación en Terapia Gestalt, es una persona que lleva tiempo realizando un proceso de crecimiento personal.

Este último aspecto es el más importante ya que el terapeuta es un acompañante experimentado que ayudará al cliente a transitar su propio proceso. Aporta sus herramientas y conocimientos, orientando al cliente hacia su beneficio.

Le apoyará las partes sanas y señalará los auto-engaños. Le ayudará a tomar conciencia de sus pensamientos, emociones y sensaciones reales.

La evolución de la terapia es responsabilidad del cliente, ya que, si éste no quiere avanzar, el terapeuta no es nadie para decirle lo que tiene que hacer, ni tiene el deber de obligarle. Su tarea recae en ayudarle, en favorecer el proceso.

Esta es una terapia activa, si el cliente busca una medicina que lo cure, una varita mágica que transforme su vida,  ….. algo que no le suponga ningún esfuerzo por su parte para conseguirlo, este no es el sistema.

La implicación de ambos “socios” terapéuticos, será lo que conseguirá que la terapia funcione.