Codependencia – Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt Barcelona Sun, 17 Apr 2016 17:39:32 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.4.3 Yo sufro más que tú http://terapiasgestalt.es/yo-sufro-mas-que-tu/ http://terapiasgestalt.es/yo-sufro-mas-que-tu/#respond Sun, 08 Dec 2013 10:33:48 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=1531 Continue reading Yo sufro más que tú ]]>

 

 

Bastantes años atrás, estaba convencida de la veracidad de esta frase. Me sentía víctima de las circunstancias y del comportamiento de ciertos allegados. Poco a poco, al irme reapropiando de la responsabilidad tanto de mis acciones como de mis pasividades, pude apreciar no sólo la inexistencia, en la mayoría de las ocasiones, de la culpabilidad como sentimiento legítimo (ver Las emociones inútilesy Culpa vs. responsabilidad) sino también lo inapropiado de medir el grado de dolor o sufrimiento.

No pretendo dar a entender que la culpabilidad es siempre un sentimiento inútil e infundado, aunque he constatado que la mayoría de las veces así es. Nuestra neurosis se asienta en ella, convirtiéndola en una de tantas columnas donde se sujeta para permanecer inalterable el máximo tiempo posible. Con ello, consigue que el verdadero sentimiento de culpabilidad, ese que nace al darnos cuenta de cómo hemos errado, ya sea consciente o inconscientemente, quede ahogado y, consecuencia de ello, el arrepentimiento que nos llevaría a la restitución del daño, si es posible, o como mínimo a la disculpa, dé lugar al remordimiento que sirve teen depression, tunnelúnicamente para seguir reconcomiéndose.

De la mano de este descubrimiento, vislumbré una situación parecida con el grado de dolor o sufrimiento y cómo me dedicaba a comparar entre “el mío y el del otro” para con ello conseguir sentirme dentro del malestar mejor, más importante, especial; en definitiva, más víctima.

¿Cómo es posible cuantificar si mi dolor es mayor que el tuyo?

Antes de seguir, me gustaría aclarar que aunque parecería que hago una diferencia entre enfermedad física y emocional, simplemente es una distinción semántica para la explicación, ya que creo que realmente todo son enfermedades del cuerpo y en esencia todas son psicosomáticas (ver “El cuerpo grita lo que la boca calla”, “Enfermedades alertas del cuerpo”, “¿Enfermedades físicas, psíquicas o psicosomáticas?)

Cuando se trata de enfermedades físicas, podemos concluir, según lo avanzado de su estado, la resolución. Podemos saber si este proceso será doloroso, incluso si lo será mucho o poco. Pero ante dos casos muy similares, por ejemplo de enfermedades terminales, ¿quién es capaz de juzgar cuál de las dos personas lo está pasando peor? Más aún, ¿quién puede saber qué dolor es peor que otro?

Los médicos teniendo en cuenta su experiencia suelen tener opiniones concretas sobre lo dolorosas que son y, en consecuencia, actúan proporcionando los fármacos adecuados. Pero será el propio paciente, en cada caso concreto, quien indicará si la dosis es la adecuada o pedirá un aumento de la misma según sea su estado.

Tomemos como ejemplo un simple dolor de muelas, ante la insistencia: ¿quién es capaz de negar un calmante? No olvidemos que hay gente más susceptible y otros más sufridos, hay quien tiene mucha capacidad de aguante y otros muy poquita. No es ni bueno ni malo, es lo que es.

Con el sufrimiento y el dolor emocional pasa algo muy parecido: por un lado como con la culpa y por el otro como con el dolor físico.

El dolor y el sufrimiento serían como el arrepentimiento y el remordimiento. El dolor es ese sentimiento de pena y congoja que aparece cuando algo termina, cuando una relación se rompe, cuando fallece un ser querido; es real, al igual que el arrepentimiento se sustenta de una situación concreta. Sin embargo, al igual que el remordimiento, el sufrimiento tan sólo sirve para estar reconcomiéndose en la situación sin ninguna otra finalidad (ver “Resiliencia”, “Sufrir por amor”, “Los duelos).

Por tanto,¿cómo nadie, incluida yo misma, puede juzgar quién siente más dolor o sufrimiento?

Tuve una conversación hace algún tiempo con una terapeuta de adicciones. Ella es adicta rehabilitada y yo soy coadicta. Durante el transcurso de la charla llegamos a un punto muerto: ella era de la opinión de que el adicto sufre mucho más que cualquiera de sus familiares coadictos y por eso durante el tratamiento es a él a quién hay que priorizar, pues una recaída le puede llevar a la muerte.

Comprendo que en el tratamiento de rehabilitación se priorice al adicto, pero paralelamente los familiares han de hacer su propio proceso ya sea en el mismo centro (si hubiese terapia para ellos) o en cualquier otro centro o terapeuta especializado. No es bueno olvidar que la adicción es una enfermedad familiar y que sin un trabajo por ambas partes (familia y adicto) la recuperación está abocada al fracaso (ver textos del apartado “Codependencia”).

Donde realmente apareció nuestra discrepancia fue en ese sufre mucho más que ella aplicaba al adicto, basándose, creo, en los sentimientos de culpa (remordimientos) que todos ellos sienten. Me pareció que olvidaba esos mismos remordimientos que acompañan a todos los familiares: por no haber sabido ayudarlos, por no haber actuado antes, por no poner límites, por…

Es cierto que el adicto juega con la muerte, cierto que cualquier recaída puede llevarle a ella. Pero también hay codependientes que andan por ese mismo filo, a veces su desequilibrio llega a ser tan grande como el del propio adicto y sus ganas de acabar con todo les empujan a soluciones drásticas.

Pero lo importante para mí es: ¿quién puede juzgar el dolor o sufrimiento de otro?, ¿quién está dentro de tu cabeza, de tu cuerpo, de todo tu organismo para erigirse dios, juez o jurado?, ¿quién es capaz de decidir con ecuanimidad si tu dolor es más importante que el mío?

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o por correo electrónico.

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Magia o el arte de solucionar apegos sin esfuerzo. http://terapiasgestalt.es/magia-o-el-arte-de-solucionar-apegos-sin-esfuerzo/ http://terapiasgestalt.es/magia-o-el-arte-de-solucionar-apegos-sin-esfuerzo/#comments Mon, 23 Sep 2013 10:41:15 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=1424 Continue reading Magia o el arte de solucionar apegos sin esfuerzo. ]]>

 

 

piedrasNo he encontrado todavía la varita mágica que consiga disolver los conflictos. Hoy por hoy, tanto a nivel personal como profesional, el único sistema que conozco para superarlos y aprender a gestionar mejor las dificultades es una combinación de aceptación, voluntad y constancia.

Mi opinión personal al respecto es que, sin un mínimo de esfuerzo por mi parte, resulta imposible que se realice ningún cambio. Si quieres escalar una montaña, hay que subir por ella, no hay otra opción.

Últimamente, estoy recibiendo, tanto en consulta como vía mail, ciertas demandas de ayuda que vivo como una petición de conjuros. Siento que las personas, angustiadas por sus dependencias y conflictos mal gestionados, ven en mí (o en cualquier terapeuta) una especie de bruja o maga poderosa que puede con un simple toque (sea un consejo, sea un libro, sea una mirada) lograr que sus problemas se vayan disolviendo.

La Gestalt es una psicoterapia experiencial; coloquialmente hablando, uno ha de vivirlo, sentirlo, experimentarlo. Simplemente con la comprensión mental no es suficiente y, a pesar de que los libros de autoayuda se merecen todo mi respeto, no son suficientes para conseguir una “verdadera” transformación; son consejos recibidos, no vivencias en propia piel (si me lo dices lo olvido, si me lo enseñas lo recuerdo, si me involucras aprendo).

Hace poco explicaba la razón neurobiológica (ver Tropezar con la misma piedra) por la cual, aun sin querer, repetimos una y otra vez acciones con las que ya no estamos de acuerdo. ¿Cómo es posible cambiar entonces simplemente con y por el deseo de hacerlo?

En este caso, el deseo sería ese pensamiento que les dice que “eso”, sea lo que sea (acción o actitud), está ya fuera de lugar y que, por tanto, es necesario eliminarlo de su arsenal.

La confusión creo que se debe a que este pensamiento parte de una premisa totalmente equivocada: no hay que eliminar, más bien hay que añadir.

Para conseguirlo, distingo varias fases en este proceso:

1-Darme cuenta de que algo no funciona.

2-Aceptar que esa parte pertenece a mi “caja de herramientas” y, aun así, quiero conseguir nuevos instrumentos que se adapten mejor a mi “forma de trabajar” actual.

No me canso de repetir que cualquier mecanismo neurótico es como un programa informático que en su momento fue necesario para que la computadora funcionase, pero que actualmente mi maquina lo está utilizando para resolver cuestiones para las que ya no es necesario, vamos, que quizás está obsoleto para resolver algunas cosas. No hay que eliminarlo, sino más bien quitarle el “clic” que lo hace actuar siempre por defecto (aceptación).

3-Observar cuándo se cuela y no desesperarse por ello. Aceptar que lo aprendido en años no va a ceder espacio en días.

4-Mantener una actitud constante y relajada para conseguir realizar una mejor opción (voluntad). 

5-No desfallecer, seguir intentando mejorar (constancia).

Uno de las demandas que recibo más asiduamente es cómo poder desapegarse de una relación, cómo puede conseguirse dejar de pensar en esa persona, cómo alejarse sin sufrir, cómo…

Cuando éramos niños, el apego emocional fue lo que nos mantuvo vivos: el apego a la madre que nos nutría y a los adultos que nos protegían. El apego fue nuestra base emocional. El problema surge porque a veces este apego en lugar de ser lo que llamamos un apego seguro, es ansioso-ambivalente o ansioso-evitativo (http://www.youtube.com/watch?v=qaXcjExnhbM)

De algún modo, lo instaurado en aquella época lo hemos arrastrado hasta nuestra edad adulta, nos quedamos anclados en esas deficiencias y seguimos intentando resolverlas.

El apego es lo que nos hace estar juntos, es sano y necesario pero, como todo, en su justa medida. Hay apego en las relaciones de pareja, entre padres e hijos, entre amigos. El apego es “bueno”, eso sí, sin exceso; es bueno estar juntos pero “no revueltos”.

No hay receta mágica, no hay varita, no hay conjuro ni brebaje que consiga que una persona coadicta, codependiente o dependiente emocional (no son sinónimos pero casi) pueda superar este malestar sin esfuerzo. Estas personas viven en constante sufrimiento y, para salir del agujero en el que están inmersas, necesitan atravesar el dolor que las hace permanecer apegadas al frío, duro y oscuro pozo. Hay muchos rasgos caracterológicos que nos hacen ser personas dependientes, conocerlos sería el primer paso, luego viene la carrera de obstáculos.

Lo difícil no es desapegarse, sino adquirir las “herramientas” necesarias para no volver a caer en la misma trampa, es decir, para conseguir ser una persona no dependiente. Lo mejor en estos casos es empezar un proceso terapéutico para conseguir una vida saludable a medio y largo plazo.

Fotografía cedida por mi amiga Rosa Narvaez. Gracias.

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Toxicómano consorte http://terapiasgestalt.es/toxicomano-consorte/ http://terapiasgestalt.es/toxicomano-consorte/#respond Tue, 15 Jan 2013 12:54:48 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=1131 Continue reading Toxicómano consorte ]]>

 

amor tóxicoLa primera vez que oí este apelativo tenía yo veintipocos años y, a pesar de tener algunos conocimientos sobre el mundo de la drogadicción, no entendía qué diferencia había entre los dos miembros de esa pareja, en la que a uno se le denominaba con todo el peso toxicómano y al otro tan sólo consorte. Era como una especie de grado menor en la escala de la adicción.

¿Cómo podía ser, si ambos estaban consumiendo, si ambos andaban perdidos por la misma senda, que uno fuese considerado “menos” adicto que el otro? Al fin y al cabo, esta distinción se aplicaba (al menos en  los ambientes en que yo me movía) al individuo de la pareja que era menos conflictivo o al menos se creía que estaba menos “enganchado” a la sustancia.

A través de los años y de la experiencia en propia piel llegué a comprender que la gran diferenciación entre uno y otro viene dada porque el toxicómano es un adicto, un enfermo enganchado a sustancias y su consorte es un adicto a su pareja.

El toxicómano consorte es otra variante del coadicto (ver coadicción). Como ya he comentado en otros artículos, la coadicción es la enfermedad que rodea a las parejas y familias de los adictos a sustancias; estos familiares se convierten en personas disfuncionales, ya que su vida queda centrada exclusivamente alrededor de su familiar enfermo. Ellos consideran que es el adicto la fuente de todo problema y que sin su ayuda es incapaz de seguir adelante, sin darse cuenta de cuan nefasta es esta supuesta ayuda que le están prestando, ya que, muchas veces sin pretenderlo, favorecen la enfermedad que supuestamente están ayudando a vencer.

El toxicómano consorte es aquel familiar, normalmente la pareja (por eso claramente el apelativo de consorte), que se introduce en el mundo marginal de la drogadicción volviéndose aparentemente también un adicto a las mismas sustancias. Sin embargo, cuando su pareja empieza una recesión en el consumo del tóxico, es capaz por sí mismo de reducir la ingesta tanto como sea preciso, simplemente adaptándose al ritmo del otro.

Si fuese un adicto real a la sustancia, es decir, si su enfermedad consistiese en no poder sustraerse de esa atracción dañina que arrastra al toxicómano, por mucho que su pareja redujese la ingesta y se apartase de los círculos donde se mueve la sustancia, el toxicómano consorte no podría hacerlo tan fácilmente como lo hace.

Su verdadera adicción es la dependencia emocional y física que tiene de su pareja. Esto es lo que le hace sumergirse en el mundo marginal y, como cualquier toxicómano, llevar a cabo las acciones y vejaciones necesarias para obtener el tóxico, ya que una vez enganchado su dependencia es igual de agravante. De todos modos, suelen verse abocados a estas acciones más que para sí mismos muchas veces para paliar el síndrome de abstinencia de su pareja antes que el suyo propio.

Cuando ambos viven un síndrome de abstinencia grave, no es que el toxicómano consorte deje de consumir para dar su dosis a su pareja, eso no suele pasar porque su necesidad es tan real como la de cualquiera, pero sí tiene más capacidad de sobreponerse.

Al igual que el adicto a sustancias necesita un periodo de desintoxicación física y psicológica, en su caso, el trabajo psicológico abarca un proceso específico con especialistas en coadicción. Si no se hace así, se desenganchará de la sustancia, pero su problema concreto, que es la adicción a la persona enferma, seguirá y, aunque su pareja deje de ser drogadicta, los síntomas que seguirá arrastrando harán de su relación un fracaso, porque el que fue antes el enfermo consorte pasará a ser el enfermo principal y el otro puede recaer por las circunstancias insanas en las que se encuentre envuelto.

En las parejas toxicómanas, sea o no alguno de ellos consorte, es necesario un trabajo psicológico largo para ambos y una separación terapéutica durante bastante tiempo para conseguir que “los malos” hábitos den paso a una nueva forma de relacionarse mucho más sana. En algunos casos, puede que se llegue a la conclusión de que, para conseguir una vida sana y equilibrada, la pareja deba disolverse para siempre, ya que su mutua influencia es como un detonante para el consumo o la coadicción.

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¡Consíguete una vida! http://terapiasgestalt.es/consiguete-una-vida/ http://terapiasgestalt.es/consiguete-una-vida/#respond Sun, 25 Nov 2012 10:41:54 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=1080 Continue reading ¡Consíguete una vida! ]]>

Vivir sin apego.

Vivir tu vida significa cuidarte a ti mismo; tener la responsabilidad no sólo de vivir la vida, sino de conducirla.

El cuidado de uno mismo es una actitud de respeto mutuo. Significa aprender a vivir nuestras vidas responsablemente. Significa permitir a los demás que vivan su vida como ellos elijan siempre y cuando no interfieran con nuestras decisiones de vivir como hemos elegido hacerlo. Cuidar de nosotros mismos no es tan egoísta como muchas personas asumen que es, pero tampoco es tan “no egoísta” como muchos codependientes creen.

Vivir sin apegoTienes la responsabilidad de atender tu bienestar espiritual, emocional, físico y económico.

Eres responsable de tus necesidades y deseos. No mereces ni debes tolerar el abuso ni el maltrato constante. Tienes derechos, y es tu responsabilidad reclamar esos derechos. Las decisiones que tomes y la manera como te conduzcas reflejarán tu alta autoestima.

También tendrás en cuenta los derechos de los que te rodean, el derecho de vivir sus vidas como ellos quieran. No tienes por qué imponerte sobre el derecho de los demás a cuidar de ellos mismos, y ellos tampoco tienen el derecho de imponerse por encima de tus derechos.

Cuidar de nosotros mismos es un arte, y este arte implica una idea fundamental que es extraña para muchos: darnos lo que necesitamos.

 

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Codependencia- artículo de Krishnananda http://terapiasgestalt.es/codependencia-articulo-de-krishnananda/ http://terapiasgestalt.es/codependencia-articulo-de-krishnananda/#comments Wed, 06 Jun 2012 16:04:25 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=809 Continue reading Codependencia- artículo de Krishnananda ]]>

 

Krishnananda, utiliza  el término codependencia como sinónimo de dependencia emocional y en este artículo nos habla de ello.

Para quien no le conozca, os recomiendo su libro: “De la codependencia a la libertad”

Camino

“Todos deseamos amar, pero generalmente no queremos experimentar el lado sombrío del amor. Lo que significa que no comprendemos lo que realmente significa amar. En los comienzos de una relación hay una cima, una excitación que suele decaer abruptamente cuando comienza la vida en común.

La mayoría de nosotros acarreamos profundas heridas de vergüenza, inseguridad y miedo. Vivimos en la desconfianza y al mismo tiempo tenemos una gran necesidad de amar y de ser amados. Volcamos estas heridas en nuestras relaciones, la mayor parte de las veces de forma inconsciente, y entonces actuamos desarrollando estrategias, demandando, evitando, creando conflictos, estando en desacuerdo e incluso traicionando o sintiéndonos traicionados.
Es como si camináramos por un campo lleno de minas, y nuestras heridas son como agujeros en los que podemos caer. Si transitamos este camino estando completamente ciegos, cuando nos encontramos con estas dificultades estas generalmente destruyen nuestro amor. Por ejemplo, más tarde o más temprano, caeremos en la herida de la traición. Algo puede suceder en nuestra relación que nos hace sentir que ya no podemos volver a confiar en la persona con la que estamos. Ella ha hecho algo que de repente nos hace dar cuenta que no es tan “confiable” como creíamos.

O tal vez, esa persona comienza a ser diferente a lo que habíamos imaginado, comenzamos a ver que no es tan fiable u honesta, le falta integridad, o no está con su mejor energía, o está cerrada, no disponible, o está demasiado aferrada o claramente demandante. Entonces nos sentimos traicionados.

No podemos cambiar el hecho de que en algún momento nos sentiremos traicionados. Pero lo que sí podemos cambiar es nuestra actitud ante el sentimiento de traición. Podemos darnos cuenta de que esas experiencias, aunque dolorosas, son oportunidades increíbles de crecimiento y aprendizaje de lo que realmente significa amar.

El problema es que solemos entrar en una relación llenos de expectativas, nos demos cuenta de ello o no. Una vez alguien nos preguntó a Amana y a mí en un taller si no era natural tener expectativas sobre la otra persona en cierta medida. Le respondimos que cada uno puede esperar del otro todo lo que quiera, pero que la única expectativa que se mantiene a flote es la de que la otra persona sea quien realmente es en su totalidad. Cuando entramos en una relación, la mayoría de las veces, no vemos a la otra persona tal cual es.

Lo que hemos visto y probablemente seguimos viendo en el otro es lo que queremos ver, es decir, algo que encaje en nuestras fantasías y deseos. Luego entramos en desacuerdo y nos sentimos traicionados. Entonces caen duramente nuestras fantasías e ilusiones y se produce una pequeña muerte.

Uno de los agujeros más profundos en las relaciones sobreviene alrededor de la sexualidad. Al principio solemos tener una sexualidad apasionante y viva, pero cuando comenzamos a aproximarnos nos volvemos más vulnerables, y es entonces cuando las heridas enterradas profundamente comienzan a salir a la superficie y esto suele afectar nuestra sexualidad. Muy a menudo, perdemos la libertad inicial y desesperadamente tratamos de todas las maneras de volver atrás.

Pero la profundidad dentro de una relación hace que la vergüenza, los miedos y las disfunciones salgan a la superficie. Si no llegamos a comprender esto, y no creamos un espacio para compartirlo e incluirlo dentro del marco del amor, uno o ambos integrantes de la pareja se hundirán en sus propios sentimientos de vergüenza y traición.

También encontramos problemas cuando una persona quiere más atención, proximidad, comunicación y conexión mientras que la otra ansía mayor libertad. De lo que no solemos darnos cuenta es que estos deseos-necesidades en realidad están reflejando heridas de abandono de nuestra infancia. Cuando nos acercamos realmente a otra persona, estas heridas se disparan y entonces comenzamos a actuar con rabia, creando conflictos e hiriéndonos mutuamente.
Con más comprensión, sensibilidad, respeto y conciencia, podremos aprender a dar al otro lo que él o ella necesitan, mientras también estamos siendo sensibles a nuestras propias necesidades. Una relación profunda y comprometida nos provee del mejor espejo para vernos a nosotros mismos y nuestras heridas, nuestras disfunciones y actitudes negativas. Y también nos da la mejor oportunidad posible para cambiar, para crecer y para aprender qué es realmente el amor”.

 

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Sugerencias para desapegarte. http://terapiasgestalt.es/sugerencias-para-desapegarte/ http://terapiasgestalt.es/sugerencias-para-desapegarte/#comments Thu, 19 Apr 2012 06:55:19 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=690 Continue reading Sugerencias para desapegarte. ]]>

 

– Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuando estás permitiendo que alguien o algo tire de ti. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansios@, temeros@, indignad@, rechazad@, avergonzad@, preocupad@, confundid@ o a lamentarte. Emplear las palabras “es que ella o él me ha desapegarsehecho…” a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.

– Ponte cómod@. Cuando reconoces que estás en medio de una reacción caótica, di o haz lo menos posible hasta que puedas restaurar tu nivel de serenidad y de paz. Haz cualquier cosa que te ayude a relajarte: Respira profundamente unas cuantas veces; sal a caminar; limpia la cocina; ve a casa de un/a amig@; medita… en definitiva, cambia de actividad. Encuentra una manera de separarte emocional, mental (y si es necesario) físicamente de aquello a lo que estás reaccionando. Busca una forma de librarte de la ansiedad.

– Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú sol@. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un/a amig@ que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. ¿Estaba alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o alguna situación? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad del otro? ¿Estás enfadado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal? ¿Alguien oprimió sentimientos de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?

– Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mism@. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mism@? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mism@ a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté estable y tus emociones estén tranquilas.

 

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¿Qué es desapegarse? http://terapiasgestalt.es/que-es-desapegarse/ http://terapiasgestalt.es/que-es-desapegarse/#comments Fri, 13 Apr 2012 17:04:31 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=678 Continue reading ¿Qué es desapegarse? ]]>

En el artículo anterior hablaba sobre el apego, como rasgo característico de la enfermedad de codependencia o coadicción, aunque los dependientes o también llamados “adictos al amor” son asimismo personas aquejadas por este problema.

En mayor o menor grado todo ser humano sufre de un cierto grado de apego hacia sus seres queridos, es necesario estar alerta para que no se convierta en una seria dificultad. Es conveniente  aprender a desapegarse.

DesapegoDesapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Cuando más necesitas desapegarte es cuando esto parece ser lo más lejano o lo menos posible de hacer.

Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no sirve de nada. Adoptamos la posición de no meternos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras.

Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar. Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de preocuparnos.

El desapego implica “vivir en el momento presente”, vivir en el aquí y ahora.

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin volvernos locos.

 

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Apego http://terapiasgestalt.es/apego/ http://terapiasgestalt.es/apego/#respond Tue, 10 Apr 2012 10:51:00 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=668 Continue reading Apego ]]>


Los codependientes somos personas apegadas, es un rasgo de la enfermedad

 Apegarse es involucrarse en exceso, a veces de una manera desesperadamente intrincada.

El apego puede adoptar varias formas:

– Podemos preocuparnos en exceso por una persona o un problema (en cuyo caso el apego es de nuestra energía mental).Apego

– O podemos acostumbrarnos y comenzar a obsesionarnos con la gente y los problemas que existen en nuestro ambiente y tratar de controlarlos (en cuyo caso nuestra energía mental, física y emocional está dirigida al objeto de nuestra obsesión).

– Podemos volvernos reactivos en vez de actuar auténticamente por voluntad propia (el apego es de nuestra energía mental, física y emocional).

– Podemos volvernos dependientes emocionalmente de las personas que nos rodean (entonces sí estamos verdaderamente apegados).

– Podemos volvernos niñeras (rescatadores, ayudadoras) de las personas a nuestro alrededor (apegándonos firmemente a la necesidad que tienen de nosotros).

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así.

 

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Bloqueos http://terapiasgestalt.es/bloqueos/ http://terapiasgestalt.es/bloqueos/#respond Sun, 25 Mar 2012 17:26:02 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=629 Continue reading Bloqueos ]]>

Los codependientes o coadictos son personas que bloquean sus sentimientos y no suelen expresarlos. Existen dos motivos para ello:

1- Expresar lo que uno siente puede ocasionar que el delicado equilibrio familiar se desmorone, ya que el pensamiento que le acompaña (por haberse dado ya en otras ocasiones) es que la persona enferma (tanto sea adicto, como dependiente física o psicológicamente) se altere de tal manera que la situación se tornará aun más conflictiva.

BloqueosA nuestros sentimientos no se los escucha, por lo tanto nosotros tampoco los escuchamos.

2- Si reconocemos lo que verdaderamente sentimos, estamos “obligados” a hacer algo al respecto: tomar una decisión o efectuar un cambio. Es enfrentarse cara a cara con la realidad y, a veces, eso es demasiado duro.

Sentir da miedo.

Esto no sólo sucede con las personas codependientes: cualquier individuo, en momentos determinados de su vida o de manera más o menos habitual, bloquea sentimientos que inconscientemente se siente incapaz de afrontar.

Los sentimientos no deben dictar o controlar nuestro comportamiento, pero tampoco podemos ignorarlos, ya que son muy importantes. Si hacemos que los sentimientos se vayan, si los alejamos, nos perdemos una parte importante de nosotros mismos y de nuestras vidas.

Los sentimientos son nuestra fuente de alegría, y también de tristeza, de miedo y de ira. La parte emocional de nosotros es la parte que ríe y la que llora. La parte emocional de nosotros es el centro para dar y recibir la cálida llama del amor. Esa parte de nosotros nos permite sentirnos más cerca de la gente. Esa parte de nosotros nos permite disfrutar del tacto.

Son los indicadores de lo que sucede, si nos sentimos felices, cómodos… sabemos que todo anda bien. Si estamos tristes, de malhumor… sabemos que existe un problema.

Es necesario aceptar toda la gama de sentimientos para vivir una vida plena. No es conveniente discriminar y sentir sólo ciertos sentimientos.

Nunca sentiremos alegría si somos incapaces de sentir dolor.

Los sentimientos son energía; si los reprimimos, nos quedamos sin ella.

 

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La adicción es una enfermedad familiar http://terapiasgestalt.es/la-adiccion-es-una-enfermedad-familiar/ http://terapiasgestalt.es/la-adiccion-es-una-enfermedad-familiar/#respond Wed, 21 Mar 2012 01:13:54 +0000 http://terapiasgestalt.es/?p=612 Continue reading La adicción es una enfermedad familiar ]]>

Los roles de los niños codependientes.

Los niños también participan en la enfermedad familiar de adicción. Ellos adoptan papeles diferentes para sobrevivir en una situación de caos.Roles

El héroe es generalmente el papel del hijo mayor de la familia. El héroe o heroína es el niño o la niña más responsable y actúa como el segundo papá o la segunda mamá de los otros niños. El héroe trata de lograr la aprobación de otros, especialmente la de los adultos. Pueden ser líderes en la escuela; son buenos estudiantes y buenos trabajadores. La psicología inconsciente del héroe es: si soy bueno, mi familia no puede ser tan mala y posiblemente pueda mejorar. De esta manera el héroe es codependiente también porque piensa que su conducta puede cambiar la conducta del otro.

El segundo papel generalmente es el de la oveja negra o el escapista. Este niño ha aprendido que la atención negativa es más fácil de lograr que la atención positiva. La oveja negra está metida en problemas con la familia, la escuela y posiblemente con la ley. Este niño experimenta con el alcohol o las drogas muy temprano en su vida o puede tener un embarazo fuera del matrimonio muy joven. Su codependencia se manifiesta en la negación de sus sentimientos verdaderos con la conducta de rebelión. Esta conducta extrema distrae la atención de la familia del problema primordial y facilita la negación de toda la familia.

El tercer papel de los niños es el niño perdido. Este niño no causa ninguna molestia y evita muchos conflictos. El niño perdido vive aislado de la familia y pasa mucho tiempo solo, desarrollando una vida de fantasía. Por eso puede ser muy creativo. Este niño no confía en las personas fácilmente y se acerca más a las mascotas y a los muñecos. Su codependencia se manifiesta inconscientemente en la negación de su necesidad de otros. Su soledad e independencia tienen la característica de compulsión. Compulsivamente los niños perdidos evitan a la gente.

El cuarto papel es el del hijo menor, y se llama el payaso (en el buen sentido de la palabra). Usa su buen sentido del humor para llamar la atención hacia él y distraer la atención de las tensiones que hay en la familia. Es bromista, encantador y muchas veces es muy mono. La codependencia de este niño es que se siente responsable del dolor de la familia, y cree que debe aliviarlo con buen humor y bromas.

Estos papeles pueden desarrollarse en cualquier familia que tiene crisis. Cuando hay crisis física, como un familiar con cáncer, o una crisis económica fuerte, o hay otras compulsiones en la familia, los familiares adoptan estos papeles de codependencia inconscientemente para sobrevivir en un sistema de caos. 

La familia es un sistema, si tocamos una parte, las demás partes se mueven para equilibrarse. Este hecho implica esperanza para las familias en crisis. Si un familiar cambia su conducta de codependencia, el resto de los familiares tienen que equilibrar el sistema con cambios también. La recuperación personal es la respuesta para la familia alcohólica u otra familia en crisis.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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