Terapias gestalt » control http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Fri, 12 Jul 2013 17:56:06 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 Uno encuentra lo que ha perdido dejando de buscar. http://terapiasgestalt.es/uno-encuentra-lo-que-ha-perdido-dejando-de-buscar/ http://terapiasgestalt.es/uno-encuentra-lo-que-ha-perdido-dejando-de-buscar/#comments Mon, 27 May 2013 09:38:59 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1276

 

 Obsesión: Perturbación anímica producida por una idea fija.

                   Idea que con tenaz persistencia asalta la mente.

 

Las obsesiones son esas ideas que se han convertido en unas compañeras inseparables que tan solo sirven para alterar nuestro ánimo, entorpecer nuestra concentración y alterar nuestra percepción.

Desde mi punto de vista, uno de los pilares donde estas ideas repetitivas e improductivas se asientan es en el control (“Comprobación, inspección, fiscalización, intervención” o también “Regulación, manual o automática, sobre un sistema”). Entiendo el control como ese deseo de omnipotencia que tiene el ser humano que le hace creer que es capaz de dominar su entorno.

Aunque es indiscutible que cierto grado de organización es conveniente para llevar una vida estable, también es verdad que si no dejamos espacio para la espontaneidad y el caos, la organización deja de ser un medio, una herramienta que favorece nuestro funcionamiento, para convertirse en control, ese afán por hacer encajar nuestro entorno en un molde ideado por nuestra mente.

Hoy quiero hacer hincapié en esta faceta del control que abraza la obsesión por recordar o encontrar algo. Esta es, para mí, una de sus más banales  demostraciones.

Aparentemente, podríamos tildar esta “obsesión” de tenacidad, tozudez, o persistencia en no abandonar, aunque que sea temporalmente, la consecución de un objetivo. Visto así, no aparenta ser algo terriblemente negativo o nocivo, incluso podríamos interpretarlo como una cualidad, ya que sin perseverancia realmente hay muchas empresas que seríamos incapaces de llevar a término.

El conflicto aparece cuando somos incapaces de relajarnos y tomarnos un respiro. Bajo la falsa creencia de que “parar es abandonar”, de que “el descanso es una pérdida de tiempo” o incluso bajo esa premisa catastrófica de “necesito encontrarlo ahora”, a veces seguimos focalizando nuestra atención sin ningún tipo de variación.

Es decir, si tras un buen rato de buscar, por ejemplo, las llaves, soy incapaz de encontrarlas, seguir invirtiendo más tiempo, volviendo a recorrer la casa, revolviendo rincones y vaciando cajones, deja de tener sentido. Pasado un rato, nos quedamos pegados cual ratones enjaulados en un bucle. Es como si una espesa venda nos envolviera y, a pesar de tener la idea clara de lo que buscamos, nuestra percepción queda alterada y simplemente seguimos revolviendo prácticamente sin ver. 

Buscar un objeto, recordar un hecho o un nombre, en el fondo es como cualquier otra actividad, cada cierto tiempo hay que descansar, cambiar de labor para poderla reanudar posteriormente de forma eficaz. La perseverancia puede dar paso a la obcecación si no somos capaces de introducir pequeñas variables. Es como haber tomado un camino creyendo que era el adecuado y persistir en él a pesar de darnos cuenta de que va hacia el sur, cuando queríamos ir al norte.

Es igual que cuando me ofusco por recordar el nombre de un libro, de una película o de ese amigo de la infancia. Si tras intentarlo soy incapaz, por mucho que me siga diciendo “¡Ay!, ¿Cómo se llamaba?”, no lo conseguiré. En el fondo he trazado una ruta para llegar a ello que no es la adecuada y, a pesar de darme cuenta de lo infructuosa que es, sigo por esa sinapsis nerviosa sin soltarla y, por tanto, impidiendo que se realice correctamente la conexión apropiada.

Retirarse y descansar, nos desconecta. En ocasiones, el recuerdo aparece de repente, el nombre viene a nosotros como una exhalación, sin previo aviso. En otras, es la clara intuición de dónde está el objeto perdido, que a veces simplemente aparece como si tuviera vida propia.

Nuestro afán por “seguir, seguir y seguir” es un engaño más de nuestra mente, que nos hace creer que sin nuestro esfuerzo consciente nada es posible. Sin embargo, somos más parecidos a una máquina recalentada que necesita enfriarse para volver a funcionar correctamente.

Por eso, tengo una vecina que tiene mis llaves de casa. Si las pierdo y no las encuentro, dejo de preocuparme, cojo las que tiene ella y a la vuelta, tengo dos juegos. Y esto no es dejadez, es prevención.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/uno-encuentra-lo-que-ha-perdido-dejando-de-buscar/feed/ 0
“Lo que no conoces puede afectarte, lo que te niegas a ver puede matarte” http://terapiasgestalt.es/lo-que-no-conoces-puede-afectarte-lo-que-te-niegas-a-ver-puede-matarte/ http://terapiasgestalt.es/lo-que-no-conoces-puede-afectarte-lo-que-te-niegas-a-ver-puede-matarte/#comments Tue, 30 Apr 2013 11:59:57 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1252

 

Cansada de darle vueltas a mis asuntos, decidí proporcionarle vacaciones a mi mente y, agarrando un bestseller, decidí devorarlo con el propósito de no dedicarme a nada serio hasta que “terminase” con él.bloqueo

Esta es una de mis técnicas ante el bloqueo. Hay momentos en que me siento tan colapsada que me resulta imposible encontrar entre tanto pensamiento loco una idea decente a la que darle crédito; en momentos así la postura más coherente es darme espacio y tiempo.

La experiencia me ha enseñado que si dejo de agobiarme intentando encontrar la solución a algo, si dejo de atosigarme con la idea de que el tiempo apremia y me concedo un descanso apartando a un lado todas las presiones, de manera fluida y sencilla, la salida, idea o solución necesaria aparece sin mucha tardanza. Si abandono el control y me dejo caer, es entonces cuando el engranaje vuelve a funcionar y mis piezas internas van recolocándose.

En estos momentos de agobio, a pesar de saber lo necesario y beneficioso que me resulta hacerme a un lado en lugar de intentar por la fuerza conseguir aquello (sea lo que sea aquello), siempre me aparece la duda de si me estaré escaqueando y, en lugar de ofuscada, simplemente estoy queriendo escapar de una situación que no me gusta o que me supone algún esfuerzo. El miedo me agarra por los bajos y me hace creer que, si me dejo estar, seré incapaz de remontar, que las ideas se perderán por no buscarlas, que la salida estará tapiada por la pereza o que la solución permanecerá oculta.

Siempre me cuesta dejar de esforzarme, ya que el miedo me agarra y me hace creer que si por un momento pierdo el norte no volveré a encontrarlo. Y cuando por fin esta vez me dejo caer, aparece esta frase que remueve nuevamente todos mis propósitos:

“Lo que no conoces puede afectarte, lo que te niegas a ver puede matarte”

Una frase exagerada, drástica y aun así cierta. Las personas que inician un proceso de crecimiento personal se dan cuenta de cómo todas esas particularidades de su carácter de las que no tenían conciencia les han afectado la vida. Aprenden que no conocer no evita que “eso” nos perturbe. Y lo que es más, no querer aceptarlo o negar su existencia no evitará que nos origine conflictos.

Y este es mi miedo: si suelto el control de la situación, quizás es porque estoy negando “algo” y, si es así,  me estoy perjudicando.

Cada uno de nosotros tiene un mecanismo estrella, ese que hace rechinar todo nuestro engranaje y nos destroza; el mío es el control.

Control: Dominio, mando, preponderancia”

Existen bastantes más acepciones, aunque esta es la que más se adapta a mi caso. Soy controladora por miedo, por desconfianza, por rigidez… Vamos, que me creo tan omnipotente que si suelto por un momento las riendas, la vida no sabrá que hacer y me succionará un remolino,  o cualquier otra cosa peor.

Vamos, que me creo Dios y, como tal, no puedo descansar, he de estar al pie del cañón SIEMPRE.

Y la frase me abofetea y me obliga a reflexionar, a buscar su polaridad. Sí, en lugar de darle más fuerza a mi locura, la frase aparece ante mis ojos cuando por fin había dejado de esforzarme. En este momento de abandono, de permiso, puedo interpretar este fragmento desde otra dimensión, desde su opuesta.

Si me obsesiono tanto por algo siendo incapaz de variar según el aquí y ahora, esa rigidez, ese control, ese dominio, es el que me “afecta y mata”.

Cuando me quedo atrapada en una situación, esta se vuelve neurótica y ya no es creíble, por lo tanto, descansar o no, no es lo importante. Lo conveniente es desapegarse de “eso” para retomarlo cuando surja, con más calma, de manera más conveniente.

Y esta vez, de nuevo, el remedio ha funcionado y una frase del libro me ha devuelto al camino perdido.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/lo-que-no-conoces-puede-afectarte-lo-que-te-niegas-a-ver-puede-matarte/feed/ 0
LOS “YO SOY” DESTRUCTIVOS http://terapiasgestalt.es/los-yo-soy-destructivos/ http://terapiasgestalt.es/los-yo-soy-destructivos/#comments Sat, 16 Jun 2012 08:53:12 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=831


Ante situaciones o actitudes que nos incomodan, solemos tomar la postura del “yo soy así”, con lo que nos inmovilizarnos, impidiendo cualquierSuperación posible modificación.

El miedo que nos invade ante las nuevas situaciones, que nos hace imaginarnos abocados al fracaso (ver Cómo superar el miedo al fracaso”), es más fuerte que las ganas de intentar cambiar. Al repetirnos este tipo de frases conseguimos, como si de un mantra se tratara, convertirlas en ciertas e inmutables.

Los “yo soy” autodestructivos vienen de tres frases neuróticas:

Así soy yo”,   Yo siempre he sido así”,   No puedo evitarlo

 

ESTRATEGIAS PARA LIBERARTE DEL PASADO Y ELMINAR LOS “YO SOY” DESTRUCTIVOS:

-Sustituye “yo soy” por “hasta ahora solía clasificarme así…

-Puedes pedir a alguien cercano que te ayude y que te señale cada vez que se te escape un “yo soy” destructivo.

-Márcate pequeñas tareas que comporten un cambio. Por ejemplo, si no bailas en las fiestas porque te considerabas patoso, en la próxima “márcate un baile”.

-Estate alerta para darte cuenta de cuándo te aparece cualquiera de estas frases neuróticas y cada vez que vuelvas a pensarlas corrígete en voz alta:

De… “Así soy yo”     … a…      “Así era yo”

“No puedo evitarlo”  … a…      “Puedo cambiar si lo intento”

“Es mi naturaleza”     … a…     “Así creía yo que era mi naturaleza”

-Puedes concentrarte un día en un “yo soy” determinado, intentando cambiar las actitudes que te ocasiona.

-Puedes dedicar un día a realizar durante 3 o 4 horas una actividad a la que no te hubieses atrevido excusándote en alguno de los “yo soy”.

Verás que con la práctica puedes conseguir muchas cosas.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/los-yo-soy-destructivos/feed/ 0
Cómo superar el miedo al fracaso. http://terapiasgestalt.es/como-superar-el-miedo-al-fracaso/ http://terapiasgestalt.es/como-superar-el-miedo-al-fracaso/#comments Thu, 17 May 2012 07:28:35 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=738


El miedo al fracaso tiene mucha presencia en nuestra sociedad, nos fue inculcado en la niñez y lo arrastramos por la vida. Aunque, realmente, el fracaso no existe, es simplemente la opinión de alguien que tiene una idea determinada de cómo deben ser y hacerse las cosas.

Estamos llenos de convencionalismos que nos dicen cómo debemos actuar y de qué manera hay que hacer las cosas, sin pararnos a pensar si realmente esa opción es para nosotros la más valida. Y aun cuando consideramos que ese es el resultado o que así queremos proceder, si no lo conseguimos, vivimos esa contrariedad no como un inconveniente, sino como un fracaso de nosotros mismos como individuos.

Miedo al fracasoEl no triunfar en algo que trato de hacer no implica mi fracaso como persona, se trata simplemente de que no he conseguido el éxito en esta tarea y en este momento presente.

Cuando un animal lleva a cabo una acción, no solemos cuestionar su éxito o fracaso, simplemente hace lo que puede como puede. Por ejemplo, si un gato quiere cazar un ratón y uno se le escapa, en lugar de lamentarse porque ha fracasado, sigue intentándolo hasta que consigue atrapar uno.

Es ahí donde el ser humano se complica, en lugar de seguir intentando lo que quiere conseguir, se dedica a lamentarse y opta por dejar de practicar aquello que desearía lograr.

Una de las frases que oímos todos desde pequeños es “hazlo lo mejor posible” y es la piedra de toque de la neurosis del éxito y el logro, ya que, realmente, lo que nos han querido decir, y así lo hemos interpretado, es “esfuérzate para ser el mejor”, “esfuérzate y hazlo bien”.

¿Qué pasa si simplemente hacemos las cosas?, ¿para pasear en bicicleta hemos de ser acaso los mejores ciclistas?, ¿para disfrutar bailando en una fiesta, hemos de ser bailarines profesionales?, ¿acaso no podemos ser mediocres y disfrutar sólo por el hecho de hacerlo?

La neurosis haz-lo-mejor-que-puedas puede impedirte probar actividades nuevas y disfrutar de las viejas.

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/como-superar-el-miedo-al-fracaso/feed/ 0