Terapias gestalt » enamoramiento http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Fri, 12 Jul 2013 17:56:06 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 ¿Las mujeres confundimos sexo con amor? http://terapiasgestalt.es/las-mujeres-confundimos-sexo-con-amor/ http://terapiasgestalt.es/las-mujeres-confundimos-sexo-con-amor/#comments Mon, 03 Sep 2012 08:20:18 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=954


Aunque parece que cada vez se están equiparando más  las actitudes de ambos sexos sobre el tema, aún existe una cierta tendencia a confundir los conceptos ante determinadas circunstancias.

Sexo o amorUna relación sexual esporádica es comúnmente aceptada como un encuentro pasajero que satisface a ambos participantes. Cuando estos encuentros se repiten entre estos mismos individuos, es probable que se creen confusiones o interpretaciones diferentes según el sexo de cada uno de ellos. Cuando no están de acuerdo en el motivo que les empuja a repetir, normalmente es la chica la que suele pensar que “hay algo más”, que no sólo es placer sexual lo que les une.

¿Hasta qué punto esto es una leyenda urbana? Naturalmente, no seré yo quien dé claves científicas totalmente irrefutables para corroborar o rebatir la hipótesis pero, como curiosa “investigadora amateur” del tema, pretendo colaborar aquí con algunas ideas  para favorecer la reflexión sobre ello.

En otro artículo, hablé sobre las hormonas que intervienen tanto en el enamoramiento como en el amor propiamente dicho (ver “De la pasión a la ternura”), retomaré aquí el tema hablando principalmente de una de ellas, ya que podría ser una de las causas (o así lo entiendo yo) de esta confusión (si es que existe): la oxitocina.

Recordemos: el enamoramiento es una pasión desenfrenada que, con el tiempo, quizás dará paso a una relación más tranquila y duradera a la que llamamos amor. Aunque muchas veces no es así y dos personas que han vivido un “tórrido” romance no llegan a establecer un vínculo afectivo duradero.

A veces, lo que se cree enamoramiento no es más que un destello de pasión sexual, el cual estaría regido principalmente por la dopamina, que sería la hormona que implica el placer y el deseo, mientras que la oxitocina sería la que establece el vínculo, con lo que experimentamos ese deseo y placer hacia una única persona. Desde mi “visión mundana” la dopamina sería promiscua mientras que la oxitocina sería monógama.

Por esta razón, una vez el cuerpo va calmándose, nos damos cuenta de lo que nos sucede realmente y volvemos a experimentar un mayor grado de lucidez, apreciando que, quizás, lo que llamábamos amor, no era realmente tal y, por tanto, la que consideramos pareja simplemente fue amante.

¿Pero qué sucede cuando los dos miembros de la pareja tienen visiones diferentes sobre el tema? Y lo que es más común: ¿por qué somos las mujeres las que creemos que era amor y no sólo sexo?

Mi teoría al respecto es que la segregación de oxitocina es mayor en la mujer que en el hombre y ahí radicaría el gran problema. Es una opinión totalmente personal basada en lo siguiente: si sabemos que el contacto físico en general estimula la secreción de oxitocina, hemos de aceptar que, en general, somos las mujeres quienes más contacto establecemos, tanto con nuestros familiares y amigos como con conocidos en general. Las profesiones más socializadoras suelen estar desempeñadas, sobre todo, por mujeres: maestras, cuidadoras o enfermeras entre otras.

La producción de oxitocina no sólo se estimula con el contacto humano, si no también con las caricias de nuestras mascotas. Alimentos como el chocolate y ciertos dulces también la propiciarían. También sabemos que la producción de oxitocina aumenta considerablemente con el embarazo y el parto; es gracias a ella que se establece el vínculo entre madre e hijo. Y, naturalmente, se genera en ambos sexos, tras el orgasmo en las relaciones sexuales. Como inhibidores nos encontraríamos el poco contacto físico y el estrés.

Si tenemos en cuenta estos ítems, de entrada, parece ser que las mujeres segregamos en general un poco más, ya que aunque estemos tanto o más estresadas que el hombre, en general lo compensamos con mayor contacto físico.

También es cierto que el mayor índice de “adictos al amor”, es decir, personas dependientes emocionalmente, lo representan las mujeres. (Es un trastorno que se relaciona con las emociones y la capacidad o calidad para establecer vínculos significativos con otras personas. El sujeto es controlado por su necesidad de la otra persona, y el intenso miedo a la pérdida y a la soledad contaminan el vínculo establecido en la pareja).

Por otro lado, si damos como válida la creencia de que el hombre es promiscuo por naturaleza, debido a la necesidad ancestral de repartir abundantemente su  “semilla” para asegurar la perpetuación de la especie, y de la monogamia de la mujer, como origen para favorecer la crianza, tendríamos otros aspectos más a favor.

Sea cierto o no este último apartado, la presión sociocultural sobre la decencia y la monogamia que aún seguimos arrastrando, por muy liberales que nos hayamos vuelto las mujeres en las últimas décadas, hacen que todo hombre que se interese por nosotras de un modo mínimamente constante y dispare nuestras hormonas haciéndonos sentir la llama de la pasión pueda convertirse, sin mucha racionalización a nuestros ojos, en nuestra posible pareja, más que en un compañero sexual muy satisfactorio.

Naturalmente que estoy generalizando y por supuesto que es una simple conjetura. No hay indicios científicos que conozca que apoyen totalmente mi visión de los hechos, pero… podría ser, ¿no?

Si te sientes identificada/o con todo esto, es bueno que te tomes un tiempo para reflexionar, pues seguramente tienes o tendrás problemas en tus relaciones, tanto esporádicas como de pareja. Un proceso terapéutico enfocado a trabajar el tema te beneficiaría.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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De la pasión a la ternura http://terapiasgestalt.es/de-la-pasion-a-la-ternura/ http://terapiasgestalt.es/de-la-pasion-a-la-ternura/#comments Mon, 20 Aug 2012 09:41:10 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=939


Desgraciadamente, existe una creencia muy extendida en la población que habla sobre lo maravilloso del enamoramiento y de la pasión que le acompaña, en contraposición a lo aburrida y monótona que resulta la vida en pareja una vez transcurrido este periodo inicial.

En primer lugar, deberíamos entender que aun a pesar de ser similares, estamos hablando de dos situaciones completamente distintas, en las que intervienen diferentes tipos de hormonas.

MarEl enamoramiento es un proceso bioquímico que se origina en el cerebro cuando se produce la feniletilamina, que es un compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas. Esta es la explicación de la excitación y alteración de los enamorados: están totalmente drogados por sus hormonas.

Seguidamente, el cerebro segregará la dopamina, la noreprinefrina y la oxitocina; esta última será la encargada de crear el vínculo. Sin la intervención de la oxitocina, nos resulta imposible establecer ningún tipo de vínculo emocional: el de una madre con su hijo, el de las parejas, incluso las relaciones de amistad se establecen también gracias a ella.

Poco a poco, las anfetaminas naturales que notamos durante el enamoramiento se van debilitando para dar paso a otra avalancha de hormonas que abren un nuevo proceso en la relación: las endorfinas (similares a los opiáceos), que nos proporcionan un amor más sosegado, siendo este un sentimiento de paz, seguridad y comodidad.

Este cambio que sufre nuestro cuerpo a nivel hormonal hace que pasemos de un estado de euforia a uno más relajado. De la pasión desenfrenada vamos, poco a poco, transitando hacia un estado de ternura mucho más calmado.

La ternura es el estado del amor duradero y aquí se invierten los papeles. Si durante el enamoramiento era la química quien mandaba por encima de todo lo demás, si era ella la que controlaba nuestros sentidos, cuando este fogonazo inicial se calma, es la constancia quien toma el relevo.

El amor exige un cierto trabajo, un cuidar de la relación, un estar por el otro. Buscar los objetivos y proyectos comunes, invertir tiempo juntos y favorecer la convivencia, entre otros aspectos, será lo que propicie la química y no al revés, como sucedía antes.

Las relaciones sexuales tras el periodo de enamoramiento no tienen porque menguar, simplemente cambia el estímulo que las propicia. Si tras el enamoramiento esperamos que las ansias nos sigan acometiendo como un devastador tsunami, nos equivocamos: el amor es un oleaje, un suave y constante oleaje.

Apreciar lo bueno de cada etapa es lo que nos proporciona una vida de bienestar, querer sentir siempre una misma emoción es una inmadurez propia de nuestro tiempo.

Vivir siempre inmersos en la vorágine de la pasión puede ser muy excitante y estimulante pero, al mismo tiempo, muy estresante y agotador. La calma tras la tormenta es necesaria y sumamente agradable. Nadar en aguas tranquilas propicia experiencias maravillosas.

Surfea cuando el mar este quebrado y nada cuando este en calma. Aprovecha cada momento. Vivir en el pasado o proyectarnos en el futuro sigue siendo lo que nos impide disfrutar del tiempo presente.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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