Terapias gestalt » feminidad http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Tue, 09 Jul 2013 10:10:39 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 Maternidad: Dos visiones http://terapiasgestalt.es/maternidad-dos-visiones/ http://terapiasgestalt.es/maternidad-dos-visiones/#comments Sun, 05 Aug 2012 08:38:35 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=911


Este sería (al menos por ahora, “nunca sabemos lo que nos deparará el futuro”) el último artículo sobre los mitos o creencias sobre la maternidad. He escogido, para finalizar, hacer una pequeña reseña sobre estos dos libros que he leído recientemente.

Kevin “Tenemos que hablar de Kevin” de Lionel Shriver

Creo recordar que, en uno de los periódicos donde se anunciaba la película que hicieron basándose en él, se subtitulaba el artículo como “El mito de la maternidad”.

Por una parte nos encontramos con una mujer que decide ser madre sin convicciones claras al respecto y que no sabe cómo afrontar la dura realidad que se le presenta. Por el otro lado:

1-Un niño difícil. Su esencia, unida a los mensajes contradictorios sobre las emociones que recibe de su entorno más íntimo, le convierten en un individuo oscuro.

2-Un padre cegado. Un hombre que sólo se da cuenta de la falta de maternaje de su esposa pero en ningún momento de los graves problemas psicológicos que arrastra su hijo y de cómo él colabora en la situación.

Tanto la película como el libro son muy recomendables, aunque el libro puede tratar el tema con mayor profundidad y, por tanto, es mucho más rico en matices.

 Dejando de lado la figura oscura del hijo, es el personaje de la madre el que resulta asombroso por su crudeza. La forma atípica de enfrentarse a la norma social establecida convierte a esta mujer, tanto para ella como para sus congéneres, en un ser casi tan monstruoso como su mismo hijo.

 

“Por favor, cuida de mamá”  de Kyung-Sook Shin.por favor,cuida de mamá

Este libro nos da una visión más conocida, aunque no reconocida, de la maternidad.

A lo largo del libro, los diferentes integrantes de una familia coreana, a raíz de la desaparición de la madre, narran sus pensamientos y emociones, asumiendo por primera vez quién era ella, no sólo como madre sino también como mujer, además de comprender lo que hacía por todos y cada uno de ellos. Estas reflexiones les llevarán a plantearse una visión diferente de sí mismos.

Muy bien escrito, refleja un mundo rico de sentimientos y emociones, extrapolables a cualquier ser humano al margen de su cultura.

Naturalmente que estos no son los únicos ejemplos en la literatura que nos presentan cómo las mujeres y su entorno viven la maternidad, pero me han parecido significativos por lo aparentemente dispares: una, enarbola su diferencia convirtiéndose en una paria a la que nadie desea ver y, la otra, vive su vida oculta a los ojos de todos y sólo se hace visible cuando por fin desaparece físicamente.

Ambos son buenos libros para leer independientemente, juntos son un buen motivo para la reflexión.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/maternidad-dos-visiones/feed/ 0
Madres: un asunto personal. http://terapiasgestalt.es/maternidad-un-asunto-personal/ http://terapiasgestalt.es/maternidad-un-asunto-personal/#comments Tue, 24 Jul 2012 11:02:59 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=897


La maternidad es un asunto íntimo y personal.

ContinuidadSí y no.

Sí es un asunto íntimo y personal:

Nadie puede, ni debe, obligar a la pareja o a alguno de sus miembros a tener descendencia. Es una decisión demasiado importante como para ser tomada a la ligera.

Todas las decisiones y acciones de nuestra vida nos afectan desde el momento en que son tomadas y marcan nuestro futuro, además de que pueden afectar la vida de otros seres humanos. En este caso, el condicional da paso a una realidad: esta decisión marca el nacimiento de una nueva vida y durante bastante tiempo nuestra influencia en ella.

¿De quién es la decisión última de tener o no un hijo?: ¿de la madre?, ¿de ambos?

Este ha sido uno de los grandes dilemas y la revolución feminista tuvo un gran peso en su dilucidación: “mi cuerpo es mío”, por lo tanto, muchas mujeres tomaron la decisión de “mi embarazo es mío”.

Sí me gustaría señalar que si cargamos a la mujer con todas las responsabilidades (crianza, conciliación laboral y familiar, educación…) no es extraño que, en compensación, también sea la mujer la que quiera decidir “si hipoteca o no su vida”, ya que, además de los cambios físicos y emocionales que conlleva un embarazo (pasar por un parto o abandonar el mercado laboral durante cierto tiempo, con las secuelas profesionales que eso suele acarrear) sabe que, pase lo que pase, es decir, acompañada o sola, será ella quien deba hacerse cargo de la situación. No es sorprendente, pues, que quieran ser ellas las que decidan en última instancia.

 

No es sólo un asunto íntimo y personal:

Esta sería la otra parte de la ecuación. Tener hijos es un asunto social porque tiene que ver con la continuidad de la humanidad como especie. La maternidad no es un problema estrictamente personal porque se trata de una actividad que aporta al conjunto social los recursos clave para su subsistencia, es decir, los recursos humanos, sin los cuales no podríamos garantizar la reproducción y continuidad de la sociedad.

Las mujeres trabajadoras son socialmente las más productivas, no sólo colaboran en el mercado laboral con su trabajo profesional, sino que, además, llevan a cabo un segundo trabajo en el seno familiar: la crianza y educación de los hijos.

Si la sociedad se tomara más en serio esta segunda labor, habría más servicios para las madres trabajadoras, más guarderías y apoyos para impulsar sus carreras profesionales, lo que redundaría en un “maternaje” más feliz y menos estresante.

Cuando la sociedad valore más el trabajo de la crianza de los hijos e hijas, las madres trabajadoras podrán llevar una vida equilibrada sin tener que pagar los altos costos personales que muchas siguen pagando en la actualidad.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/maternidad-un-asunto-personal/feed/ 0
Madres: trabajo y maternidad. http://terapiasgestalt.es/madres-trabajo-y-maternidad/ http://terapiasgestalt.es/madres-trabajo-y-maternidad/#comments Fri, 06 Jul 2012 11:51:22 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=871


No es tan difícil conciliar trabajo y maternidad.

Afortunadamente, se está empezando a reconocer  lo que se ha dado en llamar la “doble jornada” de trabajo de todas esas mujeres que, además de cuidar de su familia, continúan trabajando fuera del hogar. Sin embargo, hasta hace pocos años, se tenía la creencia de que la mujer era capaz de ocuparse de todo y esta existía gracias a una base sólida y comprobada: la mujer podía con todo.

Madres e hijosEl precio que pagaba por semejante esfuerzo es otra cosa;  pero la realidad es que la mujer hacía y hace acopio de valor y arremete con todo para salir adelante.

Si dejamos de lado todos los problemas que nuestro tipo de cultura arrastra, la mujer ha podido con todo. Si analizamos con un poco más de profundidad el tipo de vida que llevamos y los conflictos emocionales que arrastramos, no ha ido la cosa tan bien.

No quiero decir con esto que todos los problemas sean culpa de la mujer, ni mucho menos. Mi intención es señalar la poca credibilidad que tiene esta afirmación.

La mujer se ha hecho cargo de su vida laboral y familiar a costa de un alto precio, tanto para ella misma como para su descendencia. Del mismo modo que el hombre arrastra sus problemas (ya hablaremos en otro momento de ellos) y su influencia en su progenie.

La vida cotidiana de muchas mujeres demuestra una y otra vez que las cosas son bastante más complicadas pues, la mayor parte de las veces, las mujeres que trabajan y tienen hijos se ven a sí mismas con una carga de trabajo extenuante, exigente y muy difícil de sobrellevar.

La vida laboral se resiente y, lo que es más importante, la inteligencia emocional de los hijos mucho más. Sin embargo, quiero recordar aquí que, a pesar de la afirmación que acabo de realizar, la responsabilidad de ello no es exclusiva de la madre y, aun así, somos las mujeres las que nos sentimos mal cuando la conciliación de ambas facetas de nuestra vida resulta problemática.

Cuidar de los hijos consume mucho tiempo, ¿de dónde extrae este tiempo una mujer que trabaja fuera del hogar?:

- Horas de sueño: Las madres trabajadoras duermen menos que nadie. El promedio va de 4 a 6 horas por día.

- Tiempo libre: Una madre que trabaja generalmente no tiene tiempo para sus amigas y muchas veces ni para ella misma.

-Desarrollo personal y profesional: Muchas madres trabajadoras se ven obligadas a aceptar trabajos de media jornada que les permitan compaginar su trabajo con el cuidado de su familia, pero estos trabajos generalmente ofrecen bajos sueldos y pocas posibilidades de desarrollo profesional.

Aunque, desde niñas, a todas las mujeres se nos vende el producto de que todo este esfuerzo se hace por amor y será siempre compensado por el cariño de los hijos, la realidad no confirma la creencia.

La maternidad es vista en nuestra sociedad como “una relación de amor incondicional”, por lo que no resulta sencillo para las madres hacer mención de los costos personales que tiene el ejercicio de este deber femenino.

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto, puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/madres-trabajo-y-maternidad/feed/ 0
Madres: la responsabilidad http://terapiasgestalt.es/madres-la-responsabilidad/ http://terapiasgestalt.es/madres-la-responsabilidad/#comments Sat, 30 Jun 2012 07:30:32 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=858


Las madres son las principales responsables del cuidado de los hijos.

Esta sería una de las creencias que ya no se suele reconocer, incluso verbalmente se suele rebatir diciendo que no es cierta, tanto unas como otros enarbolan la bandera de la igualdad; hasta es posible que se ponga como ejemplo la baja maternal masculina o la ley laboral sobre conciliación familiar.Responsabilidad familiar

A pesar de ser cierto, a nivel social sigue sin existir una buena ley de conciliación y la baja masculina por maternidad es más un símbolo que una realidad, ya que mientras los sueldos de los hombres sean más elevados que los de las mujeres, pocas familias optan por tal opción.

Entonces, ¿qué sucede realmente?, ¿quién inclina la balanza a la hora de tomar la decisión sobre quién se hará cargo del bebé y durante cuánto tiempo? Sabemos que suele ser la madre quien asume esta tarea, quiera o no hacerlo. Aceptamos que al padre le cueste, y la sociedad le ayuda, pero ¿aceptaríamos acaso que la madre pusiese reparos? Si ambos han decidido tener hijos, ¿por qué una es más responsable que el otro?

Cuando, pasada la baja maternal, la mujer se reincorpora al mundo laboral, sigue asumiendo este rol que ha incorporado en los primeros tiempos y pocas son las que comparten equilibradamente la crianza con el padre de la criatura; en el mejor de los casos “delegan” parte de sus tareas: duchas infantiles, algunas cenas nocturnas, a veces las visitas al pediatra… Llevarlos y recogerlos de la escuela es uno de los pocos actos que “si su horario laboral lo permite” el padre hace de manera gustosa.

Existe una soterrada y oculta convicción de que los hijos son propiedad de la madre; suya es la responsabilidad de cómo son, de lo que hacen y de lo que les pasa. Una presunción silenciosa pero, al tiempo, evidente en el quehacer cotidiano e inequívocamente visible cuando aparece cualquier tipo de conflicto. Incluso es posible llegar a oír, si la relación matrimonial fracasa, frases del tipo: “tú lo pariste, pero a mí, ¿quién me asegura que es mío?”

A pesar de que ahora mismo se oigan gritos de protesta, ¿cuántas mujeres divorciadas o separadas han oído estas o frases similares y cuántas de ellas consiguen compartir de manera equilibrada la crianza de sus hijos en todos los aspectos con sus exmaridos?

¿Cuántas mujeres casadas  son las que deciden solas qué actividades extraescolares harán sus hijos o qué canguro es la mejor de todas a las que ha entrevistado para quedarse con los niños mientras ambos padres trabajan? (Me refiero a “canguro” en femenino, porque pocos candidatos masculinos se presentan y, además, ¿a cuántos se aceptaría, a no ser que sean los propios hermanos?). ¿Cuántos hombres se preocupan de lo que comió o debe comer el niño?, ¿cuántos dejan preparadas las mochilas, la ropa o cualquier cosa necesaria para sus hijos?

No negaré que cada vez la responsabilidad de la crianza de los hijos está siendo más compartida por ambos miembros de la pareja, pero hay que reconocer que, en los momentos de conflicto, es cuando realmente aflora esta creencia velada, porque cuando una pareja se separa los padres no suelen pelearse para que los hijos se queden a su cargo: fines de semana sí, todos los días… ¡hablemos!

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/madres-la-responsabilidad/feed/ 0
Madres: El instinto materno http://terapiasgestalt.es/madres-el-instinto-materno/ http://terapiasgestalt.es/madres-el-instinto-materno/#comments Wed, 13 Jun 2012 07:19:17 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=823


Sobre la maternidad se ha hablado y se sigue hablando extensamente. A su alrededor circulan toda una serie de mitos que a muchas mujeres nos han hecho sentir como unos verdaderos monstruos.

Instinto maternoCreo conveniente recordar que, a pesar de que algunas creencias son aceptadas por la mayoría de la sociedad, esta circunstancia no las convierte en dogmas o verdades irrefutables necesariamente. Cuando nuestra propia experiencia nos enfrenta a ellas, haciendo evidente la divergencia de nuestra realidad con el ideal aprendido, puede que nos convirtamos en unas mentirosas,  incapaces de sostener la propia versión de la situación, aparentando ante el mundo y ante  nosotras mismas el papel adjudicado.

Nos sentimos, a pesar de la ocultación,  como monstruos alienígenas, ya que raras son las mujeres valientes capaces de compartir sus verdaderos sentimientos sobre este tema.

 El instinto materno.

Existe la creencia de que las mujeres tenemos un chip en nuestro interior que en determinado momento se dispara y nos hace desear ser madres a toda costa. Muchas de nosotras, conforme llegamos a la edad adulta, compartiendo nuestra vida en pareja, nos sorprendemos alguna vez escuchándonos por si oímos la llamada, el clic en cuestión que nos indique que llegó el esperado momento.

Cuando esto no sucede, en lugar de aceptar que la naturaleza ya no es lo que era, que la evolución durante siglos de sociedad industrializada nos ha vuelto menos animales y hemos perdido por el camino bastante de nuestro instinto (no entraré aquí a opinar sobre lo negativo o no de este hecho), nos obsesionamos pensando que algo malo nos sucede, que no somos normales  y que, a pesar de no sentir este impulso, quizás debamos tener un hijo: “no sea que, más adelante, pueda arrepentirme por no haberlo hecho”.

A veces sucede lo contrario: estando solas sin pareja, nos parece oír el insistente clic clic del reloj biológico correr y nos aterra pensar que se nos puede “estar pasando el arroz”. Realmente, no nos planteamos si deseamos o no ser madres, nos pesa el pensar que quizás estamos perdiendo la opción de serlo.

Quizás, una vez tomada la decisión, después de dar a luz, ¿dónde está ese sentimiento de amor incondicional que se supone debe inundarnos?

“Es la experiencia más maravillosa”. “Sentí una gran emoción, se me saltaban las lagrimas”. “El dolor del parto es el que se olvida más fácilmente”.

Frases similares a estas las hemos oído todos, nos dan a entender que tener hijos es algo especial y único cuando el parto, no nos engañemos, es el acto común y necesario para la perpetuación de cualquier mamífero. No pretendo quitarle importancia, tan sólo quisiera extraerle ese falso glamour del que se ha rodeado.

No hace tantos años atrás, nuestras abuelas daban a luz en el campo y la “maravillosa experiencia” quedaba reducida a una experiencia más de ese día, ya que, muchas de ellas, debían seguir trabajando.

Este es el primero de una serie de artículos donde iré profundizando en el tema de los mitos y creencias sobre la maternidad. Por ahora, simplemente reflexiona sobre cuánto de verdad hay en tus pensamientos al respecto, date cuenta de tus verdaderos deseos, del peso de la sociedad o de las creencias familiares con las que has crecido y habla sinceramente con otras personas al respecto. Puede que te sorprendan sus opiniones.

Los hijos han de ser fruto del amor y del deseo, ya que son regalos con impuestos incluidos, como con el dinero de la lotería: no pagas por el premio en sí mismo, sino por lo que haces con él.

 Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/madres-el-instinto-materno/feed/ 0
Energía Femenina. http://terapiasgestalt.es/energia-femenina/ http://terapiasgestalt.es/energia-femenina/#comments Mon, 12 Dec 2011 09:02:50 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=297


 ¿Qué estamos haciendo las mujeres?

Ya nuestras madres y abuelas se vieron obligadas por las circunstancias sociales (guerras, precariedad…) a ocuparse tanto de los hogares, de los maridos e hijos, como de trabajos asalariados. Nosotras estamos inmersas en el mundo laboral por una cuestión ideológica más que económica, aunque esta segunda siga teniendo un importante peso, y más en estos últimos tiempos.

El movimiento feminista fue el detonante para que muchas mujeres oprimidas empezasen a levantar con orgullo la cabeza. Pero también ha creado un sentimiento de infelicidad y de vergüenza para algunas, que no quieren ejercer una profesión o no puedan hacerlo por determinadas circunstancias.

Las mujeres hemos pasado de estar explotadas, a explotarnos nosotras mismas.

Muchas, al igual que sus parejas, se ocupan de sus profesiones y, aunque cada vez hay más hombres que comparten las tareas de la casa y el cuidado de los hijos, estas funciones siguen recayendo en las mujeres, trabajen o no fuera del hogar.

Hemos recibido un legado cultural que nos impulsa a estudiar y a salir al mundo. Parece como que la mujer para realizarse tenga que profesionalizarse, ya que el ser “ama de casa y/o madre” no es suficiente.

Algunas, incluso, sacrificando la maternidad en beneficio de una profesión.

La emancipación nos liberó de unas cadenas para darnos otras. Nos convirtió en hombres que pueden parir.

Hemos dado más validez al trabajo fuera del hogar que al realizado dentro. Y no solo eso, sino que nos hemos permitido juzgar y menospreciar a las mujeres que han optado por hacer de su profesión el cuidado de la casa, marido e hijos. Las llamamos “marujas”, o incluso en el caso de las más afortunadas económicamente “mujeres florero”. Nos burlamos de ellas y al mismo  tiempo las envidiamos por poder  “permitirse el lujo de estar en casa “.

No digo que haya opciones buenas o malas, la cuestión es:

¿Estamos satisfechas con lo que hacemos y cómo lo hacemos?

Estamos en una especie de lucha entre lo que debemos, podemos y queremos.

Cada cual debe elegir su camino y será maravilloso cuando llegue el día en que todas las mujeres (y hombres, naturalmente) del mundo puedan elegirlo libremente sin coacciones ni presiones sociales de ningún tipo.

Mientras tanto, podríamos replantearnos lo que estamos haciendo, cómo lo hacemos y desde el lugar en que lo hacemos. Quizás así,  entenderíamos lo que nos está sucediendo.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

 

]]>
http://terapiasgestalt.es/energia-femenina/feed/ 0
Energías http://terapiasgestalt.es/energias/ http://terapiasgestalt.es/energias/#comments Mon, 28 Nov 2011 11:49:44 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=209

Energías: Femenina/Masculina

Empieza a estar claro para todos que cualquier ser humano, sea cual sea su género, posee tanto energía masculina  como femenina.

La fuerza masculina es la que nos lleva a la acción, la que nos hace salir al mundo. Mientras que la fuerza femenina es la pasividad, la ayuda, la asistencia. Una es luchadora, fuerte; la otra es tierna, cálida.

Es una manera muy simple de explicarlo.

Una es la que va a por lo que necesitamos, la que nos “da”; la otra la que “recibe”, la que nos cuida, la que gestiona eso que nos ha sido dado.

Vivimos desde hace siglos en una sociedad patriarcal (prioridad de la fuerza masculina) y ahora empezamos a darnos cuenta de las deficiencias que arrastramos por haber relegado a un segundo plano a la fuerza femenina.

A través de los siglos se ha asociado masculinidad a hombre, hombre con poder, y por tanto, poder con masculinidad. Paralelamente, feminidad con mujer, mujer con sumisión y ésta con feminidad. Se han confundido los géneros con sus acciones y con las energías…

El hombre era el que se iba de la tribu para cazar mientras la mujer se quedaba al cuidado de la cueva, trabajaba las pieles y cuidaba de los niños. Ahora todos salimos a “cazar”. Todos proveemos el hogar, todos traemos el alimento.

La necesidad de igualdad como opción viable contra la sumisión, nos ha proyectado a las mujeres hacia el mundo, una cualidad ancestralmente masculina.

¿Quién nos cuida y vela ahora que todos estamos fuera?

No tenemos tiempo; nuestros hijos crecen al cuidado de los abuelos en el mejor de los casos; nuestra casa se ha convertido muchas veces en un lugar de paso donde solo vamos a dormir.

Si queremos vivir en este tipo de sociedad del “bienestar”, si creemos necesario mantener el consumo al que nos empuja, no podemos rebajar nuestro nivel de implicación en el mundo laboral.  Estar en ella en estas condiciones no nos permite dejar de trabajar para cuidar de los nuestros, pero siempre podemos tomar conciencia de la situación y actuar en consecuencia, desde donde queramos y podamos.

Cada uno de nosotros debe explorar estas energías en sí mismo, darles validez e intentar compensarlas.

Empieza a ser hora de entender que ninguna de las dos es más importante; ambas son necesarias e imprescindibles para la salud. Es el momento de que vayamos dándole el espacio suficiente a cada una para que nuestra vida y la de nuestros hijos sea más satisfactoria. Ellos son el futuro y aprenderán de nuestro ejemplo.

Las revoluciones han intentado cambiar la sociedad, aunque quizás la vía más eficaz para conseguirlo sean los movimientos individuales.

 Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/energias/feed/ 0