Terapias gestalt » frustración http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Fri, 12 Jul 2013 17:56:06 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 Hoy es uno de esos días. http://terapiasgestalt.es/hoy-es-uno-de-esos-dias/ http://terapiasgestalt.es/hoy-es-uno-de-esos-dias/#comments Sun, 10 Feb 2013 09:14:12 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1172

 

Sentada ante el ordenador me invade el desasosiego, nada ha sucedido (al menos aparentemente) que me haya inducido este estado de ánimo. Me siento vacía, cansada, sin ganas de nada y, al mismo tiempo, con un anhelo feroz de algo, aunque no consigo identificar qué es lo que quiero.

Esos días

Junto a ella, otra ráfaga sacude mi interior diciéndome que ya está bien de tanto rollo, que de qué sirve tanto tiempo mirándome el ombligo, tantos talleres, tanta formación, tanto esfuerzo y, por si fuera poco, tanto dinero… De qué ha servido todo, si este “oscuro pasajero” sigue ahí.

Cuando de algún modo se alían estas corrientes y estas voces, me siento zozobrar como hoy en estas mis aguas más negras.

Y, paralelas a ellas, también habitan mi cuerpo, otras corrientes y otras voces que hoy quedan ahogadas y olvidadas; constituyen el grupo que sigue repitiéndome sin descanso: aún no has llegado, aún te falta, no puedes desfallecer, no te apalanques; es normal, levántate.

Sin embargo, hoy es de esos días en que entro en conflicto, esos días en que lucho por sortear los obstáculos, por evadir los peligros, por salir rápidamente del laberinto. Hoy es de esos días en que quiero entender y no vivir, sobrevivir sin superar y salir sin afrontar. Hoy es el día en que la balanza se inclina y ganan las voces derrotistas la batalla.

Hoy estoy en lucha, hoy no acepto que la vida es esto también. Hoy he de reconocer que sigo triste, que no importa lo que marque el calendario, ni los días o meses que hayan pasado. Que me duele todavía el alma, que aún siento rabia. No quiero aceptar que mi herida sigue abierta. Y lo que es peor, que esto no tiene que ver con nada ni con nadie.

Hoy es de esos días en que la soledad y el silencio pesan tanto como losas; hoy es de esos días en que pierdo el centro y deseo creer que algo o alguien puede darme lo que tanto necesito; “eso” que no sé lo que es.

Hoy es de esos días en los que me cuesta tanto acompañarme a mí misma.

Siento cómo se desencadena la trifulca: “el oscuro pasajero” que intenta arrastrarme hacia los negros abismos, la luchadora que empuja hacia la superficie. Y, poco a poco, el cansancio, la falta de fuerzas….

Al final, puede que ya sea mañana, puede que pasado, me dejo estar, agotada de tanto ir contracorriente, derrotada por una de mis polaridades, aceptando que no puedo más. Y sólo entonces, en este momento de total derrota, cuando por fin dejo a eso, sea lo que sea, seguir su propio curso sin oposición ni empuje por mi parte consciente, sólo en ese momento es cuando dejo de hundirme y floto… floto por encima de todas mis corrientes.

Estoy triste y me duele. Estoy enfadada, rabiosa como un perro. A pesar de todo el trabajo, a pesar de lo avanzado, sigo siendo una humana de a pie, persiguiendo la sanación, la iluminación, la beatitud…

Acepto, cuando puedo (esta tarde, mañana, pasado o quizás al otro) que no he llegado a ningún lugar, que no me he curado del todo, que simplemente avanzo cada día un poco más y que el aspecto favorable es no reabrir lo que quedó bien limpio y cerrado. Acepto, por fin, que el camino no va a terminar hasta que se escape mi último aliento.

Hoy estoy torcida, mañana me centraré de nuevo. Esto es lo que he aprendido y lo que me mantiene a flote: estar perdida no es aceptar lo que siento, es querer sentir lo que no es cierto.

Soy como tú, como todos. Con días buenos, con días horribles.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

 

]]>
http://terapiasgestalt.es/hoy-es-uno-de-esos-dias/feed/ 0
¿Por qué? http://terapiasgestalt.es/por-que/ http://terapiasgestalt.es/por-que/#comments Wed, 30 Jan 2013 12:11:33 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1162

 

 Esta es la pregunta que prácticamente se hace todo el mundo ante los conflictos o situaciones estresantes. ¿Por qué me sucede esto?, ¿por qué razón?, ¿por qué a mí?

Es como si creyésemos que, por descubrir la causa la problemática desaparecería por sí sola. Estamos demasiado acostumbrados a funcionar con este sistema de causa-efecto y nos cuesta aceptar que esta pregunta, al menos en el ámbito emocional, es la de menor importancia.

El motivo que nos ha llevado a cierta situación o a comportarnos como lo hacemos es menos significativo para nuestro bienestar que el cómo, el qué, el dónde, el cuándo…

Es más importante trabajar sobre cómo me está afectando lo que hago, pienso o siento; es mejor profundizar en dónde me sucede tanto a nivel corporal como a nivel espacial (situaciones específicas) y en el cuándo se da temporalmente o ante qué personas concretas.

Podemos añadir más y más preguntas para ir delimitando y conociéndonos y la que menos información nos dará siempre es ¿por qué? La respuesta siempre será una idea, un concepto, una conclusión que sin la compañía de cómo, qué, dónde y cuándo no nos llevará a la resolución del problema.

Cuando detectamos que hay algo en nosotros o en nuestra manera de funcionar que nos impide ser felices, la mejor solución no es saber por qué nos está sucediendo, o cuál es su origen y quién es el culpable de que hoy nos encontremos justo así. Lo más beneficioso es conocer qué es ese algo exactamente, aceptar que ya está aquí y por mucho que busquemos responsabilidades no va a desaparecer, reconocer lo positivo que hay en ello  y, poco a poco, aprender a convivir con él, pues esta es la única solución para llegar a quitarle las riendas de nuestro destino y poder hacer de “ese algo” un instrumento más de nuestro bagaje, siendo nosotros quienes decidamos utilizarlo en lugar de ser él quien nos arrastre.

El porqué siempre aparece y, cuando lo haga, será un dato más que nos ayudará, pero nunca es la pregunta por la que empezar.

Buscar el porqué es intentar encontrar un causante de nuestros males, un factor externo que una vez descubierto pueda eliminarse y con él nuestro pesar. Sin embargo, a día de hoy, lo que entorpece nuestro equilibrio somos nosotros mismos, el cómo seguimos gestionando “ese algo” que ya ha desaparecido aunque de algún modo seguimos viendo su reflejo y nos hace repetir una y otra vez un patrón de conducta obsoleto.

Cuando en terapia acompañamos a las personas en su búsqueda de bienestar, el porqué es lo que menos nos interesa, lo fundamental es ayudarle a vivir en el momento presente, cómo llegó aquí no importa tanto como intentar conseguir que se encuentre bien de ahora en adelante.

La mayor parte de las veces sólo somos conscientes de nuestra insatisfacción pero desconocemos exactamente cómo y qué hacemos para sentirnos mal. A veces ni siquiera nos damos cuenta de cuándo se desencadena el malestar hasta que está ya instaurado, incluso puede que no sea claramente evidente ni siquiera el dónde sucede.

Antes de que importe el porqué, hay mucho camino por recorrer.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

 

]]>
http://terapiasgestalt.es/por-que/feed/ 0
La frustración. http://terapiasgestalt.es/la-frustracion/ http://terapiasgestalt.es/la-frustracion/#comments Fri, 09 Nov 2012 14:04:35 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1064


Frustración: estado del que queda privado de una satisfacción que cree que le corresponde y se siente defraudado en sus esperanzas.

Es una respuesta emocional a situaciones que se resuelven de manera opuesta a nuestros deseos o expectativas y que muchos individuos tienen problemas en gestionar adecuadamente.

Leía hace poco un artículo, intrínsecamente relacionado con este tema (http://smoda.elpais.com/articulos/las-ventajas-de-ver-el-vaso-medio-vacio/1855); en él se hacía referencia a la tendencia actual de buscar o convencerse de lo positivo de todas las situaciones.

FrustraciónNo niego en absoluto que es bueno canalizar la energía en pensamientos positivos, pero también reconozco que a veces este positivismo exagerado puede esconder una ausencia de aceptación de la realidad.

Vivimos en la sociedad de la inmediatez: queremos esto y lo queremos ahora. Da igual en el ámbito en que nos encontremos, la paciencia, el encaminarse progresivamente hacia una meta, no es algo que nos estimule, no vemos los obstáculos como posibilidades, sino como grandes escollos, sobrellevamos la situación cuando no nos queda otra opción pero, si podemos hacer cualquier triquiñuela para hacer de la espera el menor tiempo posible, no lo dudamos.

Ante los contratiempos nos sentimos invadir por la frustración, inconscientemente tenemos la convicción de que “el mundo” debe satisfacer nuestros deseos y, en lugar de aceptar de manera tranquila que no siempre ha de ser así, nos dejamos embargar por esta emoción de manera “desesperante”. Muchas personas viven la frustración como una emoción negativa y horrible, hundiéndose en ella más profundamente cuanto más quieren desterrarla de sus vidas.

Como todos los sentimientos y emociones, es pasajera, sin embargo, nos negamos a aceptar esta verdad. La frustración nos enfrenta al hecho de que no podemos controlar nuestra vida y eso nos resulta difícil de sostener. Nos han educado de tal modo que arrastramos la falsa creencia de que podemos dominar con nuestra voluntad o nuestro deseo lo que nos rodea.

Aquí es donde aparece, para mí, la relación con el artículo que os comentaba. Si creo que pensando en positivo todo saldrá como yo quiero, estoy negando una realidad básica e innegable: la vida escapa a mi control y no todo sucede según mis deseos.

En el único aspecto que realmente podemos influir es en cómo vivir las situaciones: si acepto que mi capacidad de influencia es relativa podré esforzarme en conseguir mis propósitos al tiempo que, si no finalizan como hubiese deseado, aprenderé de lo sucedido y seguiré adelante sin muchos aspavientos. Si, además, reconozco la temporalidad de todas las situaciones, la circularidad de los procesos (“tras la calma siempre viene la tempestad” y al revés) y que las polaridades existen (“no hay bueno sin malo, ni luz sin oscuridad”) entenderé que no conseguir mis pretensiones no es nada más ni nada menos que una consecuencia lógica más del proceso vital.

Nuestro umbral de tolerancia a la frustración es bastante bajo y la educación, desgraciadamente, ha contribuido mucho a ello: dar a nuestros hijos todo lo que deseen inmediatamente no los prepara para llevar una vida sana.

Si te das cuenta de que la frustración es una emoción que se instaura en ti de manera feroz ante cualquier contratiempo, sería conveniente solicitar ayuda terapéutica, pues cuanto más te resistas a ella, más te abrazará la desesperanza.

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/la-frustracion/feed/ 0
Por mucho que grites no te haré más caso. http://terapiasgestalt.es/por-mucho-que-grites-no-te-hare-mas-caso/ http://terapiasgestalt.es/por-mucho-que-grites-no-te-hare-mas-caso/#comments Mon, 15 Oct 2012 12:24:28 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1039


 ¡Qué cierto, pero qué desesperante seguir calmado cuando pasan de ti!Gritar

Recuerdo que mis peleas de niña eran batallas campales. De constitución menuda y con poca fuerza, ante la desesperación y frustración opté por gritar, gritar mucho más que el otro. Y, a pesar de que nunca me llevó al desenlace deseado, seguí manteniendo durante muchísimo tiempo la costumbre de gritar como una energúmena siempre que mi nivel de frustración rozaba el límite de lo insostenible.

También recuerdo las sentencias con que mi padre me regalaba cada vez que se daba una situación de este tipo: “la ignorancia es la mejor ofensa” o “el mejor desprecio es no hacer aprecio”.

Durante años, he entendido perfectamente el significado y la realidad de estos preceptos; los sufría constantemente en propia piel pero, aun así, era incapaz de aplicarlos a “los otros”. Ahora tengo claro que tanto uno como otro extremo no dejan de ser puntos de una misma recta. Gritar e ignorar no dejan de ser maneras irrespetuosas de tratar a la otra persona.

Cuando haces tuyas las afrentas, cuando entras en la lucha de poder que significa querer demostrar a toda costa que eres tú y solamente tú quien tiene razón, ya has perdido la batalla. Da igual si es gritando o ignorando, el resultado final es que te colocas por encima de la persona que tienes enfrente, menospreciándola.

Aceptar racionalmente que es mucho mejor llegar a un acuerdo que tener razón, nadie lo pone en duda, ahora, llevarlo a la práctica es otra cuestión.

Desde pequeños entramos en luchas de poder con todo nuestro entorno: con los padres solemos llevar las de perder (al menos en mi época con el famoso: porque lo digo yo se daba por zanjada cualquier discrepancia), con los hermanos dependía de quién pegaba más fuerte, en el cole tu éxito estribaba tanto en tu fuerza, por un lado, como en tu estrategia manipuladora, por el otro… En definitiva, la mayoría de nosotros nos hemos estado entrenando en las artes de la guerra: ganar o perder.

Nadie ha podido enseñarnos a ser asertivos (ver “confrontación asertiva”) porque, desgraciadamente, en nuestro entorno pocos lo eran.

Cuando en un intercambio de opiniones empiezas a subir el tono de voz, has dejado de dialogar para pasar a discutir. Da igual que sigas diciendo que no pretendes convencer a nadie, que simplemente estas exponiendo tus razones, porque, sin quererlo, perdiste el control y entraste en guerra.

Cada vez que te encuentres en una situación así, para unos segundos y céntrate en la respiración. No te preocupe si la otra persona está esperando tu respuesta, permítete parar y tranquilizarte. Una vez reanudes el dialogo, observa tu tono de voz y la velocidad en la que hablas; si vuelves rápidamente a acelerarte, si parece que hablas en falsete (forzando la voz en un tono algo alto), párate de nuevo.

Si el tema es sumamente importante, si es realmente necesario que os pongáis de acuerdo, pídele posponer la charla para otro momento en el que estéis más relajados. Si el tema versaba sobre una insignificancia, déjalo correr, pero no ignorando a la persona, dándole la espalda o dejando de hablar, sino diciéndole que  prefieres no seguir con el tema. Decidir no seguir adelante no es perder ni haber sido derrotado, es tomar la decisión más sana cuando lo que está en juego es mucho más importante que el conflicto en sí mismo.

Si ante la disyuntiva de seguir forzando una situación optas por retirarte, demuestras por tu parte madurez y respeto. Madurez porque sabes discriminar y das validez a lo realmente importante (seguir teniendo una buena relación en lugar de imponer tus ideas u opiniones) y respeto (aceptas que la otra persona tenga sus propios pensamientos y opte por sus propias decisiones, aunque no coincidan con las tuyas). No lograr convencer al otro, no llegar a conseguir que hagan lo que uno quiera y no transigir tampoco en acatar con lo que no estás de acuerdo es una demostración de equilibrio emocional.

Nunca podrás llegar a un acuerdo si, consciente o inconscientemente, quieres ganar, porque ganar o perder te sigue colocando en un lugar jerárquico desde el que no se convive sanamente.

Si quieres ser escuchado y entendido, no grites, habla tranquilamente y, cuando hayas terminado de decir lo que realmente quieres, no te repitas. Por mucho que te violentes, grites o te repitas no conseguirás convencer a nadie. La insistencia y los gritos no son razones convincentes sino más bien repelentes.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

]]>
http://terapiasgestalt.es/por-mucho-que-grites-no-te-hare-mas-caso/feed/ 0
Estrés http://terapiasgestalt.es/estres/ http://terapiasgestalt.es/estres/#comments Sat, 26 Nov 2011 11:02:33 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=182

“Estoy estresado”

 

Esta es una de las frases más utilizadas en nuestro día a día.

El estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación, (Labrador, 1992).

Estamos acostumbrados a utilizar el término en sentido peyorativo, siendo el estrés un recurso sano. Se convierte en perjudicial cuando el organismo deja de discriminar si es realmente necesaria esta preparación y mantiene la situación de alerta de manera constante.

El estrés no afecta a todo el mundo de igual manera, ni las mismas situaciones son estresantes para todos. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, enfadados o ansiosos, de manera constante.

Es imposible que en nuestra vida todo sea peligroso, molesto o decepcionante, por tanto, vivimos “enganchados” a situaciones puntuales o imaginarias. Se trataría pues de aprender a desapegarnos, a distanciarnos de lo que no está presente y a centrarnos en lo que sí lo está.

Los aspectos más estresantes suelen ser el trabajo, la familia y el descanso.

Hay muchísima gente que se estresa cuando no hace nada, su organismo no está acostumbrado a parar y eso le genera una sensación de angustia que le produce un estrés insoportable. El aburrimiento es también una parte de la vida necesaria de cultivar: si no existiera, no sabríamos cuándo nos estamos divirtiendo, por tanto también debemos aceptarlo como positivo.

¿Qué podemos hacer para “desestresarnos”?

1) En primer lugar permanece en el momento presente, procura hacer en cada momento y de manera totalmente atenta lo que corresponde: si estás trabajando, trabaja; si juegas con tus hijos, juega… Esto se consigue con intención, con voluntad y con ganas. Acepta, por lo tanto, que la vida no se reduce a un solo ámbito (el estresante).

2) Establece prioridades y no quieras hacerlo todo a la vez. No seas tan exigente queriendo llegar a todo. Poco a poco se consigue más que todo de golpe, ya que “quien mucho abarca, poco aprieta”.

3) Ayúdate desde el cuerpo. La actividad física consigue relajar las tensiones musculares, todo lo que nos ayude físicamente a destensarnos, nos ayudara internamente a relajarnos. Aprende a respirar. Es fundamental respirar profundamente y no de manera superficial, como solemos hacerlo la mayoría. Un paseo, una clase de gimnasia, deporte, un buen baño, masajes… Aprende alguna técnica de relajación: yoga, tai chi…

4) Cualquier actividad lúdica que te alegre. Tómate cada día un espacio, por pequeño que sea para ti mism@, para hacer cosas que te gusten.

5) Vigila la dieta. “Somos lo que comemos”. Está demostrado que no a todas las personas les sientan bien todos los alimentos. Además de intentar llevar una vida sana con alimentos lo más biológicos y menos químicos posibles, hay alimentos que puede que te produzcan algún tipo de problema: lácteos, azúcares, alcohol…. Averigua, escucha tu cuerpo y elimina o reduce aquellos que no te hacen sentir del todo bien.

6) Descansa por la noche el tiempo suficiente. Al igual que la alimentación, el descanso es necesario y fundamental para que nuestro organismo funcione correctamente.

7) Sé respetuoso contigo mismo, aprende a decir no o sí cuando verdaderamente quieras. No hagas las cosas por obligación sino por elección. Sé coherente, sé sincero.

9) Evita las peleas innecesarias. Puedes aprender a poner límites sin enfrentamientos. (Confrontación asertiva, hablaré de ello en otro momento)

10) Cambia tu punto de vista. Intenta buscar otra manera de ver la situación estresante, quizás te sorprendas al descubrir que desde esta otra visión, la situación tiene ventajas y beneficios que antes no sabías encontrar.

11) Busca consejo siempre que lo necesites o simplemente habla con alguien de lo que te sucede: desahógate, comparte.

La terapia puede ayudarte cuando sientas que tú solo aún no puedes solucionarlo;  puede ayudarte a empezar el camino; puede servirte de apoyo, de muleta hasta que por ti mismo te sostengas.

 

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico. 

]]>
http://terapiasgestalt.es/estres/feed/ 0