Releía el artículo “Relaciones” y, mientras lo hacía, tenía la sensación de que algo obvio faltaba por decir, como que algún aspecto fundamental e imprescindible había omitido. Existe una teoría psicológica, “La pirámide de Maslow”, también llamada “Jerarquía de las necesidades humanas”, propuesta por Abraham Maslow, en la que dicho psicólogo propone la existencia de una graduación de necesidades; conforme los individuos van satisfaciendo las más básicas, desarrollan necesidades y deseos más elevados.
Si observamos el gráfico, podemos darnos cuenta de que la necesidad de Afiliación, ocupa un tercer lugar en esta escala de prioridades, estaría pues ocupando un lugar intermedio en esta jerarquía de cinco, en que las inferiores son las más básicas e imprescindibles y las superiores las que se persiguen cuando las otras están solventadas.
Me parece importante señalar la posición de determinados ítems:
1- Sexo, en el primer escalón, Fisiología, entendido como la necesidad física de placer que nos empuja a la reproducción de la especie.
2- Familia, en el segundo, Seguridad, cuyo amor y cuidado nos protege del mundo.
3-Amistad e Intimidad sexual, ambos en el tercero, Afiliación.
Por tanto, según el señor Maslow, tanto el amor de pareja como la amistad formarían parte de esas necesidades más propias de nuestra naturaleza social que perseguimos cuando ya sentimos cubierta la subsistencia. Como mamíferos, la protección y el cuidado de la familia son básicos para nuestra supervivencia ya que durante muchos años somos totalmente dependientes de nuestros progenitores.
No voy a entrar a enzarzarme aquí en una discusión bizantina sobre si tienen o no razón las personas que creen que el amor de pareja o el de amistad están por encima del de la familia; cada cual tiene derecho a opinar y a creer determinados postulados, siendo su verdad para él indiscutible e irrebatible. Lo significativo desde mi punto de vista es la gradación en sí misma y la importancia para el ser humano de las relaciones, tanto del segundo como del tercer grado de la clasificación, ambos niveles inferiores.
Relacionarnos entre nosotros es mucho más que un deseo, es un aspecto necesario para nuestra sana evolución como seres vivos. Por este motivo es tan imprescindible que nuestros vínculos sean lo más satisfactorios posible, aprendiendo a gestionarnos tanto mientras los lazos estén plenamente activos como cuando los finalizamos.
Todas las relaciones necesitan ser cultivadas ya que, si no se cuidan, se marchitan y disipan.
Utilizo el vocablo cultivar en el sentido estricto que aplica la RAE en una de sus acepciones:
“Poner los medios necesarios para mantener y estrechar el conocimiento, el trato o la amistad”.
Al igual que el resto de las facetas de nuestra vida es necesario favorecer, ejercitar, mantener, conservar y desarrollar nuestras relaciones, desde las más íntimas a las más públicas, no sólo porque son fuente de apoyo, distracción y disfrute, sino porque son origen de salud, evolución y prosperidad.