Terapias gestalt » salud http://terapiasgestalt.es Terapia Gestalt barcelona Fri, 12 Jul 2013 17:56:06 +0000 en-US hourly 1 http://wordpress.org/?v=3.5.1 El cuerpo grita… lo que la boca calla http://terapiasgestalt.es/el-cuerpo-grita-lo-que-la-boca-calla/ http://terapiasgestalt.es/el-cuerpo-grita-lo-que-la-boca-calla/#comments Wed, 20 Mar 2013 11:25:01 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1212

 

flores de bach“La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”

                                             Dr. Bach

 
Muchas veces…
El resfrío “chorrea” cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta “tapona” cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago “arde” cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes “invade” cuando la soledad duele.
El cuerpo “engorda” cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza “deprime” cuando las dudas aumentan.
El corazón “afloja” cuando el sentido de la vida parece terminar.
El pecho “aprieta” cuando el orgullo esclaviza.
La presión “sube” cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis “paralizan” cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre “calienta” cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas “duelen” cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer “mata” cuando te cansas de vivir.
¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo?
La enfermedad no es mala, te avisa que te estás equivocando de camino.
Me parece bonito compartir este mensaje:
EL CAMINO A LA FELICIDAD NO ES RECTO.
Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES
Existen semáforos llamados AMIGOS
Luces de precaución llamadas FAMILIA
Y todo se logra si tienes:
Una llanta de repuesto llamada DECISIÓN
Un potente motor llamado AMOR
Un buen seguro llamado FE
Y abundante combustible llamado PACIENCIA.

Piensa en ello, si quieres…

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Estoy bien de salud http://terapiasgestalt.es/estoy-bien-de-salud/ http://terapiasgestalt.es/estoy-bien-de-salud/#comments Tue, 05 Mar 2013 11:46:13 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=1197

 

Me encontré hace unos días con un conocido, hacía tiempo que no nos veíamos y fue una grata sorpresa. Como la mayoría de la gente en estas circunstancias, los primeros intercambios verbales suelen abarcar todas las convenciones sociales establecidas: ¿qué tal?, ¿cómo estás?, ¿tu familia?, ¿el trabajo?…

En este caso concreto, le pregunté específicamente por su mujer, la cual tiempo atrás había estado seriamente enferma. Fue su respuesta la que me ha hecho reflexionar y escribir este post:

“Bien, muy bien; de salud está perfectamente, ahora de la cabeza…”Postura de meditación en yoga

No es una frase inusual, cualquiera puede entender que la enfermedad física ha remitido, pero que su estado emocional no es del todo satisfactorio. Aunque, recapacitando sobre ello, vi mucho más allá de este simple significado.

El lenguaje es un vehículo mágico, que no sólo nos ayuda a mantener una mejor comunicación con nuestros semejantes, sino que expresa de manera inconsciente las opiniones, los sentimientos que albergamos sobre los diferentes aspectos, en definitiva, nuestras creencias o al menos con las que nos hemos criado y crecido. Desde la costumbre y el automatismo lo usamos sin percatarnos de si realmente estamos de acuerdo o no con aquello que decimos, reforzando, con la expresión, creencias o situaciones determinadas.

A pesar de que conscientemente sabemos que la salud abarca cualquier matiz de nuestro organismo, ya sea físico o mental, seguimos separando las enfermedades como físicas y psicológicas y, todavía más, dar como saludable nuestro estado por el aparente hecho de que a nivel corporal no haya síntomas disfuncionales aunque quizás sí los haya a nivel emocional.

¿Cómo puede estar mi cuerpo saludable sino lo está mi mente? o ¿cuánto tiempo permanecerá saludable mi cuerpo si mi mente no lo está?

Todo lo que pensamos, lo que sentimos, aquello en que creemos configura no sólo nuestra manera de actuar sino también nuestra estructura. Somos barro en constante modelaje.

No creo en el pensamiento positivo, no estoy de acuerdo con aquellos que opinan que todo tiene solución favorable si ponemos nuestra intención en ello. Estoy convencida de que en la vida uno se encuentra con situaciones incómodas, desagradables incluso a veces terribles, que es imposible cambiar o alterar simplemente por pensar positivamente en su solución.

Sin embargo, sí creo que somos capaces de mejorar, o al menos de no empeorar más nuestro estado, si aprendemos a ser conscientes en cada momento de nuestros pensamientos, sentimientos y actos.

El lenguaje es nuestro ritual cotidiano, con él reafirmamos o desconfirmamos nuestras acciones, nuestras emociones. Nos damos fuerza o nos la quitamos. Nos equilibramos o nos segmentamos.

Si tomas conciencia de lo que realmente dices, no de lo que crees estar diciendo, puede que te sorprendas de lo que estás invocando.

¿Recuerdas aquella frase que dice: “cuidado con lo que deseas”? Hoy podríamos darle una nueva pero igual de interesante lectura: “Cuidado con lo que dices”, ya que puede entorpecerte la vida.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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Calma. http://terapiasgestalt.es/calma/ http://terapiasgestalt.es/calma/#comments Sat, 08 Sep 2012 12:02:08 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=960


 ¡Ay! ¡Se me está haciendo tarde! Tengo que marcharme ya… La basura, aprovecho para bajarla ahora…Voy con prisa, pero mejor ahora que tener luego que subir y bajar de nuevo… ¡Buf, cuánto ruido y sólo he abierto la puerta!… ¡Va, va, a ver si acabáis de pasar de una vez y puedo salir a tirarlo todo… No sé si llegaré a coger el autobús que pasa a y 10… quizás me saldría más a cuenta ir directamente hacia el metro… aunque me queda más lejos… aunque si cambio la ruta… Primero lo del gestor y el abogado luego… pero tengo médico dentro de una hora… además a la una tengo que estar…Calma

Esta podría ser una de mis mañanas, o quizás de las tuyas. O podría ser totalmente diferente y, sin embargo, seguir siendo lo mismo: vamos acelerados.

¿Acaso no existe la manera de poder hacer las cosas de un modo más tranquilo?

Seguramente, muchos de vosotros pensaréis que es imposible, que para realizar todas vuestras obligaciones y actividades de forma relajada el día necesitaría tener unas pocas horas más. Sin embargo, nuestra aceleración no está realmente ocasionada sólo por la cantidad de actividades que nos vemos obligados a realizar sino por nuestra actitud ante ellas.

Observad qué os motiva a la hora de decidir qué acciones vais a llevar a cabo durante el día. Obviamente, habrá algunas que estaréis irremediablemente abocados a realizar: ir a trabajar, ocuparos de vuestros hijos si los tenéis, cocinar, comer… Habrá otras situaciones en que podáis ser más flexibles y postergarlas temporalmente: quizás aspectos burocráticos, recados varios o determinadas visitas.

¿Qué nos impulsa a querer hacerlo todo y además de este modo? Por un lado, nos creemos en la obligación de ser rentables, eficaces y efectivos tanto en nuestros trabajos como en la vida familiar. Además, debemos conciliar totalmente ambas actividades sin tener que renunciar a ninguna de ellas o, por el contrario, primamos una a expensas de la otra. Nos creamos unas expectativas tan elevadas sobre nosotros mismos que nos abocan a una lucha constante contra todo y todos para intentar hacerlas realidad.

Hay que ejecutarlo todo ahora mismo y con la mayor diligencia posible. ¿Por? Porque así corresponde ¿Para? Para tener un mejor sueldo, para tener un mejor trabajo, para ser mejor padre, para ser mejor persona, para ser el mejor, para… para tener tiempo más tarde para descansar. ¿Y cuando se supone que pararemos a descansar: por la noche, los fines de semana, en vacaciones?, ¿Cómo vamos a descansar si  nuestro cuerpo está tan acelerado y ansioso que es incapaz de relajarse en ningún momento?

Por otro lado, ¿qué sucede cuando no hay nada por hacer? Quizás te sientas aburrido, pienses que estás perdiendo el tiempo y que estás desaprovechando tu vida. Es como una necesidad de exprimir el tiempo antes de que acabe. Cuantas más cosas hagas, más interesante será tu vida. O eso crees. Muchos no sabemos parar y estar en silencio, estamos tan poco acostumbrados a la soledad y a la calma que confundimos estas sensaciones con algo negativo.

Esta aparente inmediatez con la que realizamos todas las actividades, esta lucha por alcanzar las metas planteadas, este afán por comerse el mundo, en el fondo no es más que una postergación de la vida misma. La aceleración con la que nos movemos nos obliga a andar de puntillas, dejando siempre para más tarde el permanecer en “este momento” y disfrutar o al menos tener conciencia de lo que realmente sucede.

La educación nos ha enseñado a funcionar así, por tanto, para vivir plenamente sería conveniente desaprender lo aprendido. Tomarse un tiempo para pensar con calma lo que se quiere hacer y cómo, permite realmente ser más efectivo en la realización y, al mismo tiempo, funcionar sin estrés. Marcarse prioridades reales: lo que quiero, lo que debería y lo que puedo hacer. Decidir lo que vale la pena y a qué coste.

Actuar despacio no es perder el tiempo, sino todo lo contrario, nos permite poner atención en lo que estamos haciendo y apreciarlo en toda su magnitud.

Una de nuestras asignaturas pendientes es la respiración. Es cierto que todos respiramos, pero de manera tan superficial que simplemente mantiene en funcionamiento nuestro organismo, no nos permite tomar conciencia de lo que es la vida, de lo que comporta y de lo que nos aporta.

Respirar correctamente, con inspiraciones profundas y espiraciones lentas, nos obliga a ralentizar nuestro modo de actuar y eso nos ayuda a apreciar todo lo que sucede, tanto en nuestro interior como en el entorno.

La calma no es más que un estado corporal, una actitud que podemos elegir. Respirar amplia y tranquilamente, además de permitir una correcta oxigenación, relaja nuestra musculatura y evita contracturas. Ayuda a que nuestras digestiones sean menos difíciles. Nos hace conscientes de las sensaciones y los sentimientos que nos acompañan en cada momento. Nos permite apreciar el momento presente y disfrutar de él.

Vivir es no perderse nada de lo que sucede ahora mismo, sea más o menos agradable según el periodo vital en el que nos encontremos. Vivir no significa correr para hacer miles de cosas, vivir es ser consciente de cada cosa que hagas.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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Hijos dependientes/padres sacrificados. http://terapiasgestalt.es/hijos-dependientespadres-sacrificados/ http://terapiasgestalt.es/hijos-dependientespadres-sacrificados/#comments Sun, 03 Jun 2012 17:28:17 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=798


Cuando somos padres, intentamos mediante la educación dar a nuestros hijos las herramientas necesarias para vivir en la sociedad. Uno de los aspectos que más nos preocupa es que sean felices y autosuficientes, el problema radica en cómo propiciar esos resultados.

Está claro que conseguir felicidad, como estado total de placer, es una meta totalmente utópica.  Sí, por el contrario, les hacemos comprender que el estado de bienestar es aquel en el que aceptamos equilibradamente todo lo que nos sucede y rodea, ya habremos logrado mucho.happy family

Me gustaría incidir más aquí en la consecución de la independencia, que no estaría desligada en absoluto de este sentimiento de aceptación que propicia el bienestar.

Si una persona no es emocionalmente independiente, aunque se desenvuelva aparentemente como individuo autónomo dentro de la sociedad, sigue ligada a emociones y sentimientos que le inmovilizan (bloquean) dificultándole conseguir una vida satisfactoria.

En el mundo animal, está muy claro cómo conseguir la independencia de las crías. Llegado el momento determinado en que han conseguido un grado de movilidad suficiente y han aprendido las técnicas rudimentarias para proveerse de  alimento, suelen ser abandonadas a su suerte.

En nuestro caso, a pesar de que el instinto sigue siendo el mismo, es decir, el ser independientes, nos domina la necesidad neurótica de poseer y de vivir nuestra vida a través de los hijos y el propósito de educar a un niño para que sea independiente se confunde con la idea de educarlo para aferrarse a él.

La única manera de conseguir que nuestros hijos sean independientes es serlo nosotros mismos. El mejor modelo de enseñanza sigue siendo el ejemplo. Los niños aprenden por mimetismo y a base de práctica. Cuanto más impedimos que hagan cosas por sí mismos, más les estamos atando a nosotros.

Si, además, tú eres de los que se sacrifican, les presentas un modelo de comportamiento sacrificado. Cuanta más prioridad das a cualquiera antes que a ti mismo, más les impides la autonomía, ya que tu ejemplo les enseña que “antes los demás que yo”. El hacer cosas por los demás es algo admirable pero, cuando las haces a expensas de ti mismo, lo único que enseñas es a comportarse de una manera que sólo puede engendrar resentimientos.

Ya de pequeños, nuestros hijos muestran ese impulso hacia la autonomía con el famoso “yo solo, yo solo”. Además de favorecer este aspecto práctico, el hecho de que se acostumbren a respetar nuestros espacios y nuestras necesidades les ayudará de igual modo en este camino a la individualidad.

La llegada a la adolescencia es un momento crucial. Cuando nuestro hijo ante una situación X nos responde “no quiero hablar de ello” y se encierra en su habitación, suele costarnos no invadir su espacio intentando que se “abra” y nos explique lo que le sucede para, así, poder “ayudarle”.

No somos conscientes de que no estamos buscando satisfacer con “este tipo de ayuda” una necesidad suya sino, todo lo contrario, una nuestra. Dejarle espacio para que se sienta libre de hacer o decir lo que quiera, dejarle enfrentarse a los problemas por su cuenta (independencia emocional) nos desconcierta, pero es nuestra manera de dejarle crecer y facilitarle la madurez.

Si, llegado el momento, el abandono del nido se desarrolla en una atmosfera sana, no implicará crisis, ni disturbios, ni problemas, ya que es la consecuencia natural de una vida eficiente y positiva. Si, por el contrario, se crea una situación donde la culpa y el miedo a desilusionar a los padres marcan la pauta, estos sentimientos pueden seguir influyendo en las personas durante toda su vida, hasta tal punto que, a veces, la relación matrimonial se convierte en una relación filial, más que en una relación en la que dos individuos comparten una vida en condiciones iguales.

El no saber desligarse de los padres, el no haber madurado de cría a individuo autónomo, nos convierte en seres apegados y dependientes; estaremos buscando siempre terminar el proceso y proyectando en nuestras relaciones más íntimas este conflicto abierto.

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Beneficios de la meditación. http://terapiasgestalt.es/beneficios-de-la-meditacion/ http://terapiasgestalt.es/beneficios-de-la-meditacion/#comments Sat, 03 Mar 2012 09:55:16 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=553

Interesante vídeo que nos habla de los beneficios de la meditación.

Enseñar a nuestros hijos este tipo de técnicas sería un buen legado, quizás así conseguiríamos realmente ayudarles a ser felices. 

Click here to view the embedded video.

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Armonía http://terapiasgestalt.es/armonia/ http://terapiasgestalt.es/armonia/#comments Wed, 04 Jan 2012 14:52:57 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=404

 El término «armonía» deriva del griego ἁρμονία (harmonía), que significa “acuerdo, concordancia” y éste del verbo ἁρμόζω (harmozo): “ajustarse, conectarse”.

En el diccionario nos encontramos, entre otras, con estas acepciones:Armonía

1-.Conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras: armonía de colores.

2-.Amistad y buena correspondencia de unas cosas con otras: vivir en armonía.

Cuando nos referimos a ella en un contexto relacional (familia, pareja, trabajo,…) la utilizamos comúnmente como sinónimo de paz.

Y cuando lo hacemos en referencia a nosotros como individuos,  hablamos del equilibrio entre cuerpo y espíritu.

Pero solemos olvidar que no es necesaria la perfección para la existencia de la armonía en el mundo, sino la compensación.

Estar en armonía con uno mismo significa encontrar nuestro centro, ese lugar desde el cual podemos hacer frente a las diversas situaciones. Y para ello, es conveniente aprender a diversificar para ver la totalidad.

De la misma manera que nos relacionamos en diferentes ámbitos (familia, trabajo, amigos), en nosotros mismos también hay diversas facetas (aspecto físico, éxito profesional, status social…) y en cada aspecto obtenemos diferentes grados de satisfacción. A veces, cuando algo se desajusta, solemos generalizar y sentimos que “todo va mal”.

Desde la Terapia Gestalt, ayudamos a las personas a discernir el conflicto del todo. Las acompañamos en este trabajo de aceptación, intentamos guiarlas para que vislumbren que, incluso ante el conflicto más difícil, siempre hay aspectos favorables que nos ayudan a sostenernos y a seguir adelante.

Para apreciar el placer es necesario saber qué es el dolor, de lo contrario, no podríamos distinguirlos. Ambos, son  parte de la vida y, uno no puede existir sin el otro.

Vivir armoniosamente es saber apreciar lo que nos rodea y no desvalorizar TODO sólo por UNO.

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Enfermedades, alertas del cuerpo. http://terapiasgestalt.es/enfermedades-alertas-del-cuerpo/ http://terapiasgestalt.es/enfermedades-alertas-del-cuerpo/#comments Tue, 27 Dec 2011 12:18:55 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=318


¿Qué es capaz de hacer el cerebro al cuerpo o al revés?

La relación es como nos decían en la escuela: biunívoca. Va en las dos direcciones; es decir, el cerebro influye en el cuerpo y el cuerpo en el cerebro. Quizás no nos lo creemos, pero es cierto.

Una buena caminata, unos ejercicios de desbloqueo, una charla donde descargues tu malestar…, pueden ayudar a aliviar el insomnio.
Una buena paliza a un saco de boxeo te ayuda a soltar la rabia, te tranquiliza y te hace recuperar el humor.

Quizás estés pensando que todos estos ejemplos son anecdóticos, que no son propiamente enfermedades. Bueno, ¿cuántas mujeres sufren de candidiasis vaginal (Candidiasis crónica: El sindrome oculto del siglo XXI) y tratamiento tras tratamiento ven que no remiten los síntomas? Ni medicina alopática, ni cambios de alimentación, nada es suficiente, vuelven una y otra vez con virulencia. Conozco algunas de estas mujeres que hasta que no han incorporado la terapia a su tratamiento no han podido eliminarlas.

Las enfermedades son un grito de atención del cuerpo, es una alerta que nos hace ser consciente de que hay algo que no funciona o algún hecho que se nos está pasando y al que deberíamos prestar atención.

Cada vez que cojo un resfriado, pongo atención: tengo mucosidad, es de pecho, tengo tos, me lloran los ojos… y una vez observado, me pregunto: ¿Qué consigo con esto?

A veces me he sorprendido dándome cuenta del tiempo que llevaba sin parar y que la única forma en que mi cuerpo ha conseguido que descansase ha sido obligándome: si tengo fiebre, tos, malestar general si no me paro del todo, al menos mi ritmo de trabajo disminuye.

Durante años sufrí de un eczema en la piel que aparecía de forma periódica. De forma rotatoria, en la muñeca, codo,… Hasta que me di cuenta que tenía un problema de contacto: tenía una relación muy estrecha con una persona con la que no quería estar. Cuando tomé una decisión y me alejé, el eczema desapareció.
La piel es el órgano de contacto por excelencia. El tacto está en ella y recibimos y damos a través de la piel.

Observemos enfermedades mucho más graves: cáncer, hepatitis… Nos tendríamos que preguntar primero de todo qué son y qué hacen estas enfermedades. Qué me ocasiona el hecho de tenerlas, cómo cambia mi día a día, mi relación con los que me rodean, conmigo misma. Quizás podemos sorprendernos.

Hay libros muy interesantes y que pueden ser de gran ayuda sobre estos temas; autores como  Adriana Snacke, Christian Fleche, Thorwrald Dethelfsen, Rüdiger DahlkEric Rolf

Observar, prestar atención, tener cuidado, no quiere decir que nos hará libres de enfermedades, invencibles e inmortales. No, siempre habrá, ya que son alertas de nuestro cuerpo y porque además hay un plazo, una fecha de caducidad; todo tiene un principio y un final. Una máquina, un planeta, un astro, un cuerpo humano, con el tiempo se desgasta y llega al fin de sus días.

Lo importante no es que desapareceremos sino cómo hemos vivido, y de lo que se trata es de vivir lo más equilibradamente posible.

 

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Enfermedades: ¿físicas, psíquicas o psicosomáticas? http://terapiasgestalt.es/enfermedades-fisicas-psiquicas-o-psicosomaticas/ http://terapiasgestalt.es/enfermedades-fisicas-psiquicas-o-psicosomaticas/#comments Thu, 22 Dec 2011 09:02:25 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=315

Los conflictos trabajados en terapia no es necesario que sean solo de tipo caracterial o de relación, también las llamadas enfermedades físicas tienen lugar.

Todas pueden ser tratadas, o al menos escuchadas, desde la terapia. El cuerpo nos habla y, si se le da voz (una técnica expresiva de identificación), podemos saber cuál es el problema de fondo que se manifiesta. Hay veces que sólo con la toma de conciencia, los síntomas remitirán. En otros no, pero será más fácil el tratamiento y la recuperación o, en último caso, la aceptación.

No quiero decir con esto que trabajar el síntoma signifique buscar una eliminación del mismo; lo conveniente es entenderlo. Hay veces que suprimirlo sin más es peor que dejarlo seguir, ya que puede ser una válvula de desahogo que tiene el organismo(1). No se trata de luchar contra, sino de ir con.

Hay autores que nos hablan de la clara relación de determinadas enfermedades con estados o conflictos emocionales. Todos ellos son de la opinión (y cada vez son más los científicos y médicos que están de acuerdo) que no existe la distinción entre enfermedad física o psíquica.

El ser humano es un todo, resulta imposible separarlo en segmentos independientes desconectados entre sí. Cualquier alteración, cualquier pequeño contacto en un punto, repercute necesariamente en el resto del organismo.

Fijaos por ejemplo en  el uso de las placas de descarga. Vamos al dentista porque tenemos molestias en los maxilares y nos duele la boca, o es el mismo profesional el que nos dice que hay algo que no funciona, que hacemos demasiada fuerza y estamos desgastando las piezas dentales de tanto apretar.

Si hiciéramos un estudio, podríamos comprobar qué tienen en común todos estos individuos, y creo no equivocarme al aventurar que sería el estrés o, más propiamente, rabia contenida.

Sí, este es un ejemplo simple, un detalle, pero debería hacernos pensar: si la rabia no expresada hace que apriete los maxilares con tanta fuerza que poco a poco soy capaz de desgastar los dientes, ¿qué otras cosas soy capaz de hacer sin darme cuenta y qué repercusiones pueden tener?

Si los pensamientos obsesivos me mantienen despierto provocándome insomnio…

Si el miedo me descontrola los esfínteres provocándome descomposición…
Si un trauma puede hacerme perder la vista o la voz…
¿Qué es capaz de hacer el cerebro al cuerpo o al revés?

(1) Hay momentos de tanta ansiedad y tensión, que el cuerpo busca maneras de desahogarse, las fobias o los ataques de angustia serían formas de sacar al exterior el malestar acumulado.

 

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Estrés http://terapiasgestalt.es/estres/ http://terapiasgestalt.es/estres/#comments Sat, 26 Nov 2011 11:02:33 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=182

“Estoy estresado”

 

Esta es una de las frases más utilizadas en nuestro día a día.

El estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación, (Labrador, 1992).

Estamos acostumbrados a utilizar el término en sentido peyorativo, siendo el estrés un recurso sano. Se convierte en perjudicial cuando el organismo deja de discriminar si es realmente necesaria esta preparación y mantiene la situación de alerta de manera constante.

El estrés no afecta a todo el mundo de igual manera, ni las mismas situaciones son estresantes para todos. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, enfadados o ansiosos, de manera constante.

Es imposible que en nuestra vida todo sea peligroso, molesto o decepcionante, por tanto, vivimos “enganchados” a situaciones puntuales o imaginarias. Se trataría pues de aprender a desapegarnos, a distanciarnos de lo que no está presente y a centrarnos en lo que sí lo está.

Los aspectos más estresantes suelen ser el trabajo, la familia y el descanso.

Hay muchísima gente que se estresa cuando no hace nada, su organismo no está acostumbrado a parar y eso le genera una sensación de angustia que le produce un estrés insoportable. El aburrimiento es también una parte de la vida necesaria de cultivar: si no existiera, no sabríamos cuándo nos estamos divirtiendo, por tanto también debemos aceptarlo como positivo.

¿Qué podemos hacer para “desestresarnos”?

1) En primer lugar permanece en el momento presente, procura hacer en cada momento y de manera totalmente atenta lo que corresponde: si estás trabajando, trabaja; si juegas con tus hijos, juega… Esto se consigue con intención, con voluntad y con ganas. Acepta, por lo tanto, que la vida no se reduce a un solo ámbito (el estresante).

2) Establece prioridades y no quieras hacerlo todo a la vez. No seas tan exigente queriendo llegar a todo. Poco a poco se consigue más que todo de golpe, ya que “quien mucho abarca, poco aprieta”.

3) Ayúdate desde el cuerpo. La actividad física consigue relajar las tensiones musculares, todo lo que nos ayude físicamente a destensarnos, nos ayudara internamente a relajarnos. Aprende a respirar. Es fundamental respirar profundamente y no de manera superficial, como solemos hacerlo la mayoría. Un paseo, una clase de gimnasia, deporte, un buen baño, masajes… Aprende alguna técnica de relajación: yoga, tai chi…

4) Cualquier actividad lúdica que te alegre. Tómate cada día un espacio, por pequeño que sea para ti mism@, para hacer cosas que te gusten.

5) Vigila la dieta. “Somos lo que comemos”. Está demostrado que no a todas las personas les sientan bien todos los alimentos. Además de intentar llevar una vida sana con alimentos lo más biológicos y menos químicos posibles, hay alimentos que puede que te produzcan algún tipo de problema: lácteos, azúcares, alcohol…. Averigua, escucha tu cuerpo y elimina o reduce aquellos que no te hacen sentir del todo bien.

6) Descansa por la noche el tiempo suficiente. Al igual que la alimentación, el descanso es necesario y fundamental para que nuestro organismo funcione correctamente.

7) Sé respetuoso contigo mismo, aprende a decir no o sí cuando verdaderamente quieras. No hagas las cosas por obligación sino por elección. Sé coherente, sé sincero.

9) Evita las peleas innecesarias. Puedes aprender a poner límites sin enfrentamientos. (Confrontación asertiva, hablaré de ello en otro momento)

10) Cambia tu punto de vista. Intenta buscar otra manera de ver la situación estresante, quizás te sorprendas al descubrir que desde esta otra visión, la situación tiene ventajas y beneficios que antes no sabías encontrar.

11) Busca consejo siempre que lo necesites o simplemente habla con alguien de lo que te sucede: desahógate, comparte.

La terapia puede ayudarte cuando sientas que tú solo aún no puedes solucionarlo;  puede ayudarte a empezar el camino; puede servirte de apoyo, de muleta hasta que por ti mismo te sostengas.

 

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El cuerpo, el eterno olvidado http://terapiasgestalt.es/el-cuerpo-el-eterno-olvidado/ http://terapiasgestalt.es/el-cuerpo-el-eterno-olvidado/#comments Tue, 15 Nov 2011 12:04:57 +0000 Terapias Gestalt http://terapiasgestalt.es/?p=74


Hoy se lleva eso de hacer todo lo que te pida el cuerpo. O al menos lo decimos aunque verdaderamente sabemos muy poco de lo que nos pide y por tanto es limitado lo que podemos hacer para satisfacerle. Escasas son las personas capaces de llevarlo a la práctica. Tal vez, solo los niños.

El ser humano necesita expresar sus emociones de una manera espontanea; es algo innato, que a causa de un aprendizaje tan convencional como represor, acabamos olvidando. Y luego, el cuerpo nos pasa factura.

En él, queda impresa toda nuestra experiencia vital. Guarda toda nuestra memoria emocional en la forma en la que nos vamos configurando físicamente, en el funcionamiento de nuestros órganos, en la manera en que nos movemos,…Nos relacionamos por dentro como nos relacionamos fuera. El cuerpo habla a través de las sensaciones, emociones, movimientos,…. La aceptación y comprensión de ellos nos proporciona bienestar y experiencia de unidad.

El individuo enferma por una serie de incongruencias entre lo que el cuerpo experimenta y todo cuanto piensa, siente y hace.

Somos cuerpo, es a través de él como podemos experimentar lo que somos, sentirnos nosotros mismos es una experiencia corporal.

Todas las emociones van acompañadas de una cierta conmoción o alteración somática. Es más, no existirían sin este aspecto corporal, es una condición sine qua non. Cada emoción se refleja en distintas partes del cuerpo. El miedo, por ejemplo, puede bloquearnos la respiración, aumenta la frecuencia cardiaca,… podemos llegar incluso a perder completamente el control de los esfínteres o el caso totalmente opuesto como seria contraerlos impidiéndonos un tránsito regular.

Durante la infancia recibimos el mensaje de que solo las emociones agradables o positivas pueden exteriorizarse (y estas aun controladas). El niño puede saltar y brincar alegremente ante una situación placentera pero recibe la consigna clara de controlarse cuando se trata de exteriorizar la rabia o la tristeza.

Aunque tratemos de ocultarlas, las emociones forman parte de nuestra manera de ser y, vivir de forma autentica, es dejarse llevar por ellas. Cuando impedimos su expresión, no desaparecen, solo estamos consiguiendo que esa energía quede estancada dentro de nosotros con las distintas problemáticas que eso puede acarrearnos.(1)

Por mucho que nuestra mente se niegue a aceptarlas, el cuerpo seguirá viviendo esas emociones y deberá canalizarlas hacia algún lugar si no las dejamos salir libremente.

Los adultos creemos inaceptable mostrar la ira o el enfado en público y empleamos una gran cantidad de energía para contener toda esa rabia que pugna por salir. Solemos, por ejemplo, contracturarnos, o teniendo que usar una placa de descarga para dormir ya que nos destrozamos los dientes y las mandíbulas de tanto apretar, o nos aparecen ulceras estomacales,… En lugar de castigarnos, sería mucho mejor dejar salir la energía y liberarse de ella.

No digo que tengamos que ir montando escenitas en público o que nos volvamos unos descontrolados soltando nuestra ira por cualquier motivo; solo que si en primer lugar aceptamos la existencia de la emoción encontraremos el momento para deshacernos de ella. Ya hay personas que descargan sus emociones en objetos simbólicos, un cojín puede ser nuestro jefe y podemos decirle o hacerle lo que en realidad nunca podríamos.

Las emociones no entienden de conveniencias sociales ni de leyes penales. Son viscerales y como tales salen de nuestro lado más instintivo, más animal. Esas ganas locas de “matar” a alguien cuando nos hiere pueden dramatizarse matando a un almohadón a base de puñetazos, de patadas. Toda esta energía que en principio podría parecernos destructiva deja de serlo cuando la dejamos salir en un ambiente controlado y seguro.

Si uno llora, ríe o grita cuando tiene ganas, cuando lo necesita, nunca llega a una tristeza, una alegría o una ira histéricas. Seremos normales en la medida que normalicemos nuestras emociones.

La ira es considerada inadecuada; la tristeza y el dolor son demasiado desagradables para dejarnos embargar por ellos.

Vivimos en una sociedad que sigue reprimiendo muchos de nuestros impulsos expresivos como el  llanto, la angustia o la excitación sexual

Hemos fabricado una coraza tras la cual nos escondemos y nos protege de todas estas emociones que no sabemos cómo manejar. Pero lo que no sabíamos cuando empezamos a forjarla, es que de la misma manera que nos aliena del dolor nos aleja también del placer. Ella encierra esa parte tierna y vulnerable de nosotros, esa parte  que aun nos queda de niño y, nos protege tan bien, que no deja que nada la traspase.

La separación entre cuerpo y mente es una idea que nuestra sociedad arrastra y crea una fragmentación del individuo. La persona es un todo, pero ha llegado a vivir como si estuviera constituida en partes.

La enfermedad, es el resultado de esta escisión de uno mismo en partes y la mala identificación de una parte con el todo.

El holismo (2), nos invita a ver a la persona bajo una luz diferente de aquella que ha enfatizado nuestra cultura y nuestra ciencia.

Un enfoque integral de la persona tiene como objetivo reunir todos sus aspectos de manera que pueda vivir la experiencia de sí misma como un organismo unitario, más que como una mezcla de partes.

De manera más específica en la Gestalt como terapia integrada:

-El proceso psicológico que se expresa verbalmente (por ejemplo, conflictos o creencias) está explícitamente conectado a sus expresiones corporales.

-Procesos físicos como postura, contención muscular y perturbaciones somáticas, como expresiones significativas de la persona.

-Se considera que tanto los procesos físicos como psicológicos son aspectos del todo y las divisiones en partes, el problema de interés terapéutico.

Los conflictos tratados en terapia no son solo caracteriales o de relación, también tienen cabida las llamadas enfermedades físicas ya que desde la concepción holística no habría ninguna diferencia entre físicas y psíquicas ya que todas forman parte del mismo organismo (ya profundizaré este aspecto en otro momento). No estoy diciendo con ello que no sea necesaria la visita o el control médico, sino simplemente que la ayuda terapéutica puede favorecer la recuperación.

La finalidad de la terapia es la integración, la que perdimos en el proceso de construcción de la armadura, donde dimos más credibilidad a una mente que nos dice lo que debemos o no sentir.

Serge Ginger (terapeuta gestaltista francés) nos habla de otro aspecto muy interesante: la manera de conseguir que ciertos traumas queden atenuados. Él nos explica, que durante la noche y más en concreto durante los sueños, es cuando fijamos nuestros recuerdos; sobre todo los que están más cargados emocionalmente y también las experiencias importantes, tanto positivas como negativas de nuestra vida.

Una de las funciones de los sueños seria la revisión cotidiana del programa genérico y su puesta al día. Esta sería la hipótesis de la “reprogramación genérica” de Jouvert.

Ginger, dice que ante un trauma (accidente, violación, muerte súbita de un familiar,…) si antes de que llegue la noche se pudiese realizar una sesión de terapia, el conflicto podría ser desdramatizado, permitiendo la expresión profunda de la emoción en un ambiente tranquilizador como es la sesión terapéutica.

Ya que la “ex–presión” inmediata, evita la “im-presión” duradera en las estructuras profundas del cerebro.

 

(1) En su libro “El cuerpo tiene sus razones” Thérèse Bertherat lo explica muy bien

(2)Holismo: el enfoque holístico es aquel en que los objetos y en especial los seres vivos se perciben como totalidades. “El todo es más que la suma de las partes”. Todo existe y adquiere un significado dentro de un contexto determinado. Nada existe por si solo, aislado. Todo se relaciona con todo.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.

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