El calígrafo
Un maestro calígrafo estaba escribiendo algunos caracteres sobre un pedazo de papel. Uno de sus más aplicados estudiantes estaba mirándolo.
Cuando el calígrafo hubo terminado, pidió la opinión del estudiante, quién inmediatamente le dijo que no estaba del todo bien. El maestro lo intentó de nuevo, sin embargo el estudiante volvió a criticar el trabajo.
Una y otra vez, el calígrafo cuidadosamente trazaba los mismos caracteres, y cada vez el estudiante los rechazaba.
Finalmente, cuando el estudiante había desviado su atención y no estaba mirando, el maestro aprovechó la oportunidad de hacer rápidamente los caracteres.
“¡Listo! ¿Cómo está este?”, le preguntó al estudiante. El estudiante se dio vuelta a mirar. “¡ESA… es una obra maestra!” exclamó.
¿De qué depende tu opinión? No existe nada objetivo.
Piensa en ello, si quieres…