La ley del mínimo esfuerzo.
(Resistencias en la terapia)
Tal como indica el título, el ser humano se rige por “la ley del mínimo esfuerzo”, el hecho de automatizar muchas de nuestras acciones conscientes, como caminar o conducir, es un claro ejemplo. Si cada vez que tenemos que realizar cualquiera de ellas tuviésemos que poner el mismo empeño que las primeras veces, estaríamos empleando una gran cantidad de energía y tiempo. Sin embargo, una vez aprendidas, es como si funcionásemos en standby, al no tener que estar tan concentrados podemos diversificarnos y emplear el mayor caudal energético en otra actividad.
Nuestro organismo utiliza este sistema de funcionamiento para todo; hay una parte de nosotros que no necesita de nuestra conciencia para ejecutar acciones: el corazón bombea, el estomago segrega sus jugos, los riñones filtran… También algunas de nuestras funciones psicológicas se ven afectadas por esta ley.
Por esta razón, cuando una… Continue reading