Sólo un paso separa lo ridículo de lo sublime.
La mayoría de las personas nos solemos mover dentro de lo que se ha dado en llamar “zona de confort”: ese lugar mental donde estamos cómodos, sin presiones.
La ventaja que tiene este espacio es ser un lugar conocido, dentro del cual sabemos movernos sin sorpresas; quizás no cubre todas nuestras aspiraciones, puede incluso que no nos haga sentir plenamente satisfechos, pero nos hace sentir seguros. La desventaja es que para mantener esta sensación de seguridad solemos sacrificar sueños e ilusiones y nos frenamos a la hora de embarcarnos en nuevas experiencias por miedo a lo desconocido.
Ante la insatisfacción y las ganas de evolucionar tan solo existe un antídoto: avanzar, dígase salir de la zona de confort y experimentar nuevas situaciones.
El miedo, la vergüenza, la invalidación, la exigencia, la baja autoestima… son los sentimientos que aparecen ante cualquier indicio de cambio y, si les… Continue reading
Resiliencia.
“Aprender del dolor sin caer en el sufrimiento”
No existe un estado total de satisfacción, nuestro cerebro no está preparado para ello. En el fondo, un estado de insatisfacción es necesario para el progreso, necesario para llegar a reproducirte, para alimentarte, para intentar acumular toda una serie de recursos que te permitan tener éxito como organismo.
Los estados de insatisfacción son los que nos garantizan, como especie, la supervivencia, aunque no suelen gustarnos e incluso a algunos nos cuesta superarlos.
Resiliencia, entiendo este concepto como la fuerza para seguir. Es ese estímulo que te empuja hacia adelante buscando lo beneficioso, una y otra vez, las veces que sea necesario.
Cuando veo el televisor, suelo mirar series; para mí son cuentos para adultos. El otro día, me tragaba (no era de mis series preferidas) un capítulo de una americanada y me sorprendió escuchar esta frase que me pareció… Continue reading
Aceptar la crisis para cambiar.
Una crisis puede servirte para:
- Volver a ti mismo si es que en algún momento te distanciaste o te desconectaste de lo que en realidad es para ti importante y esencial.
- Introducir cambios difíciles que, en circunstancias normales, quizás no te atreverías a hacer o te sentirías culpable por ello.
- Reunir las fuerzas para introducir cambios grandes y significativos.
- Pararte a reflexionar acerca de tu vida y no seguir engañándote.
- Comprender cosas que hayas estado haciendo y que han demostrado no funcionar.
- Acercarte de nuevo a personas que habías dejado de lado.
(“Crecer a partir de las crisis“. Bill O’Hanlon. Ed. Paidos).