¡Quiero ser feliz!
Este suele ser uno de los principales retos con los que nos enfrentamos las personas que nos dedicamos a acompañar a otras en sus procesos de crecimiento personal. Suelo oír constantemente esta frase en boca de mis clientes.
Aparecen cansados y preocupados, hastiados de no sentirse jamás satisfechos aun a pesar de ser plenamente conscientes de que su vida puede considerarse satisfactoria: tienen un trabajo decente, una familia “normal”, en ocasiones una pareja que les quiere, en otras son solteros por decisión; en definitiva, hay ausencia de graves problemas y, sin embargo, la sensación de insatisfacción no les abandona.
Cuando les pregunto qué puedo hacer por ellos o cuál es el motivo que les ha impulsado a solicitar mi ayuda, suelen contestar con bastante ímpetu y sin dudar: ¡Quiero ser feliz!
Ante esta situación, mi primera actuación es preguntarles qué consideran ellos que es ser feliz. La gran mayoría… Continue reading