Sólo un paso separa lo ridículo de lo sublime.
La mayoría de las personas nos solemos mover dentro de lo que se ha dado en llamar “zona de confort”: ese lugar mental donde estamos cómodos, sin presiones.
La ventaja que tiene este espacio es ser un lugar conocido, dentro del cual sabemos movernos sin sorpresas; quizás no cubre todas nuestras aspiraciones, puede incluso que no nos haga sentir plenamente satisfechos, pero nos hace sentir seguros. La desventaja es que para mantener esta sensación de seguridad solemos sacrificar sueños e ilusiones y nos frenamos a la hora de embarcarnos en nuevas experiencias por miedo a lo desconocido.
Ante la insatisfacción y las ganas de evolucionar tan solo existe un antídoto: avanzar, dígase salir de la zona de confort y experimentar nuevas situaciones.
El miedo, la vergüenza, la invalidación, la exigencia, la baja autoestima… son los sentimientos que aparecen ante cualquier indicio de cambio y, si les… Continue reading