¿Qué significado le darías a esta frase?:
- Este niño tiene un problema: es inquieto, ingobernable…
- Yo tengo un problema que no me deja estar bien con el niño.
La mayoría de las personas a las que he preguntado han escogido la primera opción. La razón es sencilla: consideran que suelen ser los niños los que tienen falta de hábitos y que eso acarrea los problemas.
Naturalmente, siempre dependerá de los casos concretos pero, aun así, la respuesta no es tan simple.
Los niños al formar parte del núcleo familiar llevan consigo también las peculiaridades, por no decir los problemas, de la familia. Al igual que nosotros los adultos, ellos no son entes individuales que viven ajenos al ambiente que les rodea, sino al contrario: son vulnerables y susceptibles de todo lo que pasa a su alrededor y actúan en consecuencia.
Cuando su comportamiento roza el límite de lo disfuncional (rabietas exageradas, agresividad, rebeldía…) habría que observar qué le está sucediendo a él y a su ambiente.
A veces se diagnostica a un menor basándose en una lista de comportamientos, sin tener en cuenta nada más, cuando sería más sencillo observarlo en la interacción con su familia y poder apreciar que es lo que realmente sucede. A veces la solución es más simple de lo que parecía a priori.
Cualquier disfunción o alteración del comportamiento de un miembro de la familia influye en todos los demás en mayor o menor grado y cualquier disfunción de la familia como sistema, influye en sus miembros. ¿Qué quiero decir con esto?: cuando hay algo que falla, todo el conjunto se resiente.
Para solucionar los conflictos de una persona, a veces es necesario conocer a todos los demás miembros de su familia; en los niños suele ser así, ya que sus problemas nunca suelen ser sólo suyos.
Un niño muy rebelde puede ciertamente necesitar normas claras de comportamiento, aunque también podría tener una necesidad de atención o incluso podría tener algún tipo de problema físico no apreciado (una mínima sordera…).Las explicaciones pueden ser variadas; con la participación de un observador externo se puede llegar a apreciar la realidad de la situación.
La terapia familiar sistémica es la herramienta indicada para ayudar a discriminar el problema y dar las soluciones para resolver el conflicto, o derivar hacia donde sea pertinente al paciente o pacientes necesitados de atención más específica.
Para todos los padres: Este video es muy interesante, en él se refleja claramente como, dependiendo desde dónde se mire un comportamiento, puede ser un problema o una cualidad a desarrollar.